El Teatro Español acogerá del 15 al 25 de mayo la obra Condenada belleza del mundo, una adaptación escénica del último cuento escrito por el célebre autor Luis Martín-Santos, figura clave de la literatura española del siglo XX. El espectáculo, con una duración de 45 minutos, se presentará en el Salón de los balcones-Andrea D’Odorico a las 18:30 horas y forma parte del programa cultural del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.
Dirigida, adaptada e interpretada por Luis Sorolla y Miguel Valentín, la obra traslada a escena un relato ambientado en la España de los años 60, durante el rodaje de una película en la Costa del Sol, donde convergen dos universos opuestos: el de un joven trabajador andaluz y el de una turista francesa, cuyo encuentro efímero da pie a una profunda reflexión sobre la imposibilidad de atrapar la belleza con las herramientas del arte o el cine.
Un dispositivo escénico mínimo para un mensaje inmenso
Con apenas dos actores, unos focos, dos cámaras y un puñado de objetos, la representación expone los conflictos de un equipo de rodaje enfrentado a sus propias limitaciones humanas y técnicas. El director y el guionista luchan por dar forma a una historia que el paisaje, el equipo y sus propias debilidades parecen resistirse a contar. Mientras tanto, los actores protagonistas buscan transmitir emociones reales, atrapados entre la fragilidad emocional y el rigor de la producción.
Inspirada en una carta escrita por Martín-Santos durante el rodaje de El próximo otoño, el título de la obra —Condenada belleza del mundo— resume una de sus reflexiones más célebres: “La condenada belleza del mundo tal vez te parezca excesivamente poco consciente. No sirve de materia prima para nada. Hay que tomarla como lo que es y no aspirar a combinarla con nada”.
Una producción que une teatro, cine y literatura
Producida por la compañía Esto Podría Ser, la pieza se presenta como una experiencia que mezcla disciplinas artísticas, incorporando al lenguaje teatral herramientas cinematográficas como cámaras en escena y proyecciones en directo, para acentuar el contraste entre la belleza espontánea del mundo y el intento humano de dominarla o reproducirla.
El diseño de iluminación es obra de Gabriel Piñero, mientras que la asesoría de plástica escénica está a cargo de Paola de Diego, consolidando un equipo artístico que apuesta por la sobriedad escénica y la fuerza del texto y la interpretación.
Espectáculo incluido en el programa JOBO
La obra se encuentra dentro del programa JOBO (Joven Bono Cultural), lo que permitirá que los jóvenes de entre 16 y 26 años puedan asistir gratuitamente a las funciones. Esta iniciativa busca acercar la cultura contemporánea y experimental al público joven y fomentar nuevos hábitos culturales en las generaciones más jóvenes.
Condenada belleza del mundo es, en palabras de sus creadores, “un ejercicio de memoria, una indagación sobre el fracaso y un homenaje íntimo a una forma de hacer cine y contar historias que ya no existe”. Una oportunidad única para redescubrir a Luis Martín-Santos desde una mirada contemporánea y escénica.