En los sótanos de la Asociación Literaria del Teatro Gallego, que estaba ubicada en la Carrera de San Jerónimo número 5 de Madrid, nació el día 5 de marzo de 1951, y discurrió durante casi todos los lunes, entre los años 1951 y 1953, la Tertulia Literaria Femenina “Versos con faldas”. Pero en el Teatro Gallego se mantuvieron pocas sesiones ya que la instalación de un futbolín de modo premeditado y en ese mismo espacio contribuyó a que cada vez que se reunían las poetas para leer sus versos algunos individuos malintencionados e insidiosos se ponían a jugar alborotando y dando tantas voces que hacían imposible la lectura. Por esa razón las protagonistas decidieron trasladar los recitales a la Asociación de Escritores y Artistas. Desde allí hicieron algún otro traslado y las últimas reuniones de la tertulia se celebraron en el Centro Asturiano y en otros espacios. Sus fundadoras fueron las poetas María Dolores de Pablos, Gloria Fuertes y Adelaida de las Santas. A ellas tres se unieron muchas otras, hasta que se llegaron a reunir más de sesenta poetas.
La tertulia surgió en un momento en el que en Madrid ya había numerosas tertulias de escritores en teatros, en cafés y en espacios culturales. A las tres fundadoras se les fueron sumando las poetas Ángela Figuera Aymerich, María Luisa Chicote, Rosario Moncada, María Isabel Secades, Margarita Uribarri, Alfonsa de la Torre, Concha Suárez de Otero, Eduarda Moro, María Cristina Montes, María Paz Viloria, María Ontiveros, Carmen Silverio, Amparo Abad, Eva Cervantes, Aurora Rodríguez Alonso, María Antonia de Ibarra, Elena de Andrés, Francisca Osando, Mercedes Chamorro, Clemencia Loborda, Gloria Calvo, Eva Cervantes, Stella Corvalán, María de los Reyes, Elvira González Sierra, Pilar de la Cuadra, Lucrecia San Antonio, María Dolores de Pablos, Nola de Villaré, María Settier, Carolina D´Antín, Mayda Antelo, Carmen Loyzaga, Carmen Barberá, Felisa Sanz, Carmen Martín de la Cámara, Sagrario Torres, Josefina Silva, Josita Hernán, María José Sánchez, María Alfaro, Carmen de la Torre Vivero, Acacia Uceta o Concha Marco entre otras. Y de ese modo se le dio visibilidad a un importante número de mujeres poetas que ocuparon un espacio de relieve en el universo de la literatura madrileña. Ya que en los demás recitales que ya se venían celebrando en la villa era muy escasa la presencia femenina. Y fue así como a través de esas reuniones tuvieron la oportunidad de conocerse entre ellas, de cambiar impresiones, de leer poemas e incluso de publicar algunas de las obras que escribían. Los periódicos madrileños dieron cuenta de la nueva tertulia que acababa de nacer y de ese modo fueron rescatadas y puestas en valor algunas de las autoras más sobresalientes de aquel tiempo y, de entre ellas, algunas de las que se atrevieron a desafiar la moral de los tiempos de la dictadura y que además tuvieron la posibilidad de ofrecer más presencia femenina en el panorama cultural de Madrid.
“Versos con faldas” fue un grupo cultural femenino y feminista que surgió como una propuesta que habría de ocupar un vacío para que todas esas autoras tuvieran la posibilidad de ofrecer lo que pensaban y escribían ante el público que deseaba conocerlas. Y así fue cómo desde la tertulia se consiguió que la poesía femenina ocupase un espacio importante en momentos políticamente muy complejos y, a veces, complicados. La tertulia poco a poco se fue haciendo hueco en Madrid. Porque aquellos recitales eran, según manifestó Gloria Fuertes, altavoces de la sociedad que hasta entonces consideraba que la vocación literaria femenina no era más que un mero entretenimiento en un mundo que estaba reservado para los hombres. Pues el ambiente madrileño de ese entonces no era precisamente un ambiente intelectual en el que los actos culturales gozasen de suficiente acogida. A través de esa tertulia se reivindicó la poesía escrita por mujeres, pero no faltaron las críticas incendiarias en las que se menoscababan las lecturas.