Hincar el diente

La pandemia silenciosa del siglo XXI: bruxismo

Vivimos tiempos acelerados. Las exigencias diarias, la incertidumbre constante y el estrés sostenido en el tiempo, han convertido a nuestra sociedad en un caldo de cultivo para trastornos que, aunque silenciosos, afectan seriamente a nuestra salud. 
Bruxismo - Getty images
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Quisiera destacar el bruxismo como uno de ellos, y describir a grandes rasgos en qué consiste, una de sus características es el rechinar y apretar los dientes de manera inconsciente,  durante el día o con mayor frecuencia por la noche, a veces puede despertar a la persona que duerme con nosotros, el esmalte se desgasta, sensación de dientes planos, también hace que tengamos mayor sensibilidad, contracturas musculares que nos da sensación de “agujetas” al masticar y por supuesto la alteración del sueño. 

Su origen suele estar relacionado con el estrés, la hiperactividad, ansiedad y ciertos fármacos como ansiolíticos o antidepresivos. Pero hay un factor del que se habla menos y desde mi punto de vista es de gran importancia que es la estabilidad oclusal. Durante la fase REM del sueño, el cerebro busca una armonía dental y si los dientes nos están bien alineados, se rechina y aprieta para buscar ese equilibrio, desgastando esas prematuridades en nuestros dientes, y conseguir esa consistencia funcional.

Bruxismo - Depositphotos
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El bruxismo no es, en sí mismo,  una patología dañina para el organismo, al contrario, es necesaria, y puede entenderse como una vía de escape del sistema nervioso para liberar tensiones.  El problema aparece cuando ese mecanismo empieza a dañar nuestros dientes, articulaciones y la calidad del sueño

¿Qué soluciones existen?  Si el origen es oclusal, la ortodoncia puede corregir el problema de raíz, muchos pacientes que deciden colocar ortodoncia para alinear sus dientes y mejorar el engranaje de estos, dejan de bruxar si la causa era la inestabilidad dental. Si por el contrario el origen es el estrés, y no podemos controlarlo o incluso disminuirlo, y nuestra oclusión esta perfecta, la férula de descarga de uso nocturno se convierte en la mejor aliada, minimiza los efectos perjudiciales del bruxismo, pero no evita como tal que rechinemos, o apretemos los dientes, ayuda a que nuestra articulación temporomandibular (ATM) este más relajada, previene el desgaste dental, contracturas musculares, y mejora el descanso nocturno.

El aumento del bruxismo no puede seguir siendo ignorado y ha de considerarse un problema de salud pública. Su carácter silencioso no lo hace menos dañino. Nos enfrentamos a una epidemia silenciosa que no causa alarma mediática, pero que impacta profundamente en la calidad de vida. Reconocerlo como un reflejo del ritmo de vida actual y abordarlo desde la prevención, la salud mental y el acompañamiento odontológico es esencial para preservar la calidad de vida de millones de personas.