León se traslada a Madrid. Y no por Alta Velocidad, sino por dignidad. Este sábado 7 de junio, a las 13:00 horas, cientos de ciudadanos leoneses se manifestarán frente al Ministerio de Transportes para exigir el regreso del tren de vía estrecha hasta la Estación de Matallana, en pleno centro de la capital leonesa. La protesta, convocada por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Vía Estrecha, se perfila como la más relevante de los últimos años para una provincia que ya no acepta más indiferencia institucional.
La movilización cuenta con un respaldo social abrumador: más de 200 personalidades del ámbito académico, empresarial, judicial, sindical, cultural y político han firmado un manifiesto conjunto, junto a más de 7.000 ciudadanos que ya habían mostrado su apoyo en campañas anteriores. Entre los firmantes se encuentran todos los alcaldes del trayecto ferroviario entre León y Guardo, presidentes de juntas vecinales, procuradores en las Cortes, diputados, senadores y representantes de la sociedad civil. Una unidad transversal que no se veía desde las protestas mineras de 2012.
El eje de la reivindicación es claro: que vuelva a operar con normalidad el tren de vía estrecha que, hasta septiembre de 2011, conectaba León con su norte y su montaña desde la céntrica estación de Matallana. Aquella parada fue suprimida por unas obras de integración ferroviaria que se ejecutaron, se entregaron… pero nunca se activaron. Desde entonces, los usuarios se ven obligados a utilizar el apeadero provisional de La Asunción, situado a más de dos kilómetros del centro. El resultado ha sido desastroso: pérdida de viajeros, retrasos crónicos, sustituciones improvisadas por autobuses o taxis, y una degradación progresiva del servicio.
Los convocantes denuncian que se han invertido decenas de millones de euros en obras que, lejos de mejorar la calidad del transporte, han contribuido a su declive. “No pedimos AVE ni autovías. Solo que el tren que funcionaba perfectamente en 2011 vuelva a funcionar”, señalan. La línea León-Guardo atraviesa algunas de las zonas más castigadas por la despoblación en España, y el abandono del servicio ferroviario ha acelerado esa tendencia.
El descontento ha llegado también al Senado, donde el lunes se debatirá una moción que reclama explicaciones al Gobierno central sobre el futuro de la línea, catorce años después de su cierre parcial. Mientras tanto, la movilización del sábado simboliza algo más que una protesta: es la expresión de una provincia que ha dicho basta.
“León se levanta con sus pendones y su gente. Porque este tren es mucho más que transporte: es cohesión territorial, es futuro, es justicia”, subrayan desde la Plataforma. Para facilitar la asistencia, varios ayuntamientos del norte de la provincia han sufragado autobuses gratuitos que partirán a las 8:00 de la mañana del sábado desde el apeadero de La Asunción.
Concentrados frente al Ministerio de Transportes, los leoneses reclamarán lo que nunca debieron perder: un tren que vertebra, que une, que da vida. Un símbolo del abandono institucional… y de la voluntad de una tierra que no se resigna.