La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en funcionamiento este lunes dos nuevos radares de tramo en la carretera M-521, concretamente entre los puntos kilométricos 26,915 y 27,885, en ambas direcciones. Esta vía conecta los municipios de Navalagamella y Fresnedillas de la Oliva, en la Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid, una zona de tráfico habitual tanto local como turístico.
Estos nuevos dispositivos forman parte del plan estatal de refuerzo de la seguridad vial, que contempla la instalación de 122 nuevos puntos de control de velocidad a lo largo de este año en carreteras convencionales y vías de alta ocupación de todo el país. En esta fase, se han activado 17 radares en seis comunidades autónomas —de los cuales ocho son de tramo y nueve fijos— incluidos los dos de Madrid.
¿Cómo funcionan los radares de tramo?
A diferencia de los radares fijos tradicionales, los radares de tramo miden la velocidad media del vehículo entre dos puntos. Si el conductor ha superado el límite permitido durante ese trayecto, será sancionado. El objetivo es reducir el exceso de velocidad de forma sostenida, y no solo en puntos concretos.
Para facilitar su visibilidad y evitar sanciones por desconocimiento, la DGT ha señalado que todos los nuevos radares están correctamente señalizados en la vía, y sus ubicaciones se han publicado en la web oficial de la DGT y en las aplicaciones de navegación utilizadas por los conductores.
Periodo informativo sin multas durante el primer mes
Durante los primeros 30 días de funcionamiento, los nuevos radares no emitirán sanciones, pero sí cartas informativas a los conductores que superen los límites legales de velocidad. Pasado ese plazo, se comenzarán a emitir multas con el importe correspondiente, conforme al reglamento vigente.
La medida busca concienciar sobre los riesgos de la velocidad excesiva, especialmente en tramos con siniestralidad o vulnerabilidad potencial, como los de la M-521, que combina tráfico interurbano con tramos sinuosos y limitaciones por entorno natural.
A mayor velocidad, mayor riesgo de siniestro mortal
Desde la DGT recuerdan que existe una relación directa entre velocidad y mortalidad en carretera. Según estudios del Observatorio Europeo de Seguridad Vial, aumentar 10 km/h la velocidad incrementa el riesgo de accidente mortal en un 220%. El modelo de riesgo elaborado por investigadores como Elvik y Van den Berghe demuestra que reducir la velocidad en apenas unos kilómetros por hora puede salvar vidas.
Más radares en otras regiones
Además de los dispositivos instalados en la Comunidad de Madrid, la DGT ha activado nuevos radares en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias. En total, se han incorporado controles de velocidad en vías como la LE-311 (León), A-49 (Sevilla), N-340 (Castellón), CM-101 (Guadalajara) o la TF-655 (Tenerife), entre otras.