El Gobierno de España ha propuesto este lunes a la Unión Europea poner fin al cambio de hora estacional, una práctica que se realiza desde hace décadas en todos los Estados miembros.
La iniciativa se abordará durante el Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía (TTE) de la UE, donde los ministros debatirán la posibilidad de activar el mecanismo de revisión correspondiente.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la propuesta a través de sus redes sociales, señalando que el cambio de hora “apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente”.
Argumentos del Ejecutivo: salud, bienestar y respaldo ciudadano
El Ejecutivo central ha justificado su propuesta en tres ejes principales:
- El apoyo mayoritario de la ciudadanía, tanto en España como en el conjunto de la UE.
- La falta de evidencia científica que respalde un ahorro energético real en la actualidad.
- Las consecuencias negativas en la salud y el bienestar derivadas de la alteración de los ritmos biológicos.
Fuentes gubernamentales señalan que el 66% de los españoles está a favor de eliminar los cambios de hora, una cifra que refleja una tendencia similar en el resto de Europa.
“Cambiar la hora dos veces al año ya no tiene sentido”, afirmó Sánchez, quien defendió que Europa debe “escuchar a la ciudadanía y adaptar sus políticas a los tiempos actuales”.
Una medida con décadas de historia y debate europeo
El cambio horario comenzó a aplicarse de forma coordinada en 1980, cuando la Comunidad Económica Europea buscaba aprovechar mejor las horas de luz para ahorrar energía y armonizar los horarios comerciales entre países. Sin embargo, más de cuatro décadas después, los avances tecnológicos, la digitalización y los nuevos hábitos laborales han reducido la eficacia de esta medida.
En 2018, la Comisión Europea ya propuso acabar con los cambios de hora tras una consulta pública en la que participaron 4,6 millones de personas, el 84% de las cuales se mostró a favor de eliminar la práctica. Un año más tarde, el Parlamento Europeo respaldó la medida con el 63% de los votos, aunque su aplicación quedó bloqueada por la falta de consenso entre los Estados miembros, requisito indispensable para su aprobación definitiva.
España busca reactivar el consenso europeo
La planificación vigente de cambios de hora finaliza en 2026, lo que abre una “ventana de oportunidad” para retomar el debate y alcanzar un acuerdo antes de esa fecha. Desde el Gobierno subrayan que España quiere liderar el impulso político para que la UE revise de manera conjunta esta normativa.
“Con este nuevo impulso, España manda un mensaje claro: los Estados miembros deben escuchar a la ciudadanía, atender a la evidencia científica y demostrar que son capaces de actualizar sus políticas al ritmo de los tiempos”, señalaron fuentes del Ejecutivo.
Hacia una Europa sin cambio de hora
La propuesta española se enmarca dentro de una agenda más amplia de transición energética y bienestar social, que busca equilibrar la eficiencia económica con la salud pública. Si la iniciativa prospera, cada país deberá decidir si mantiene el horario de verano o el de invierno como oficial, lo que implicaría una reestructuración coordinada de los husos horarios en todo el continente.