La futura Ordenanza de Convivencia del Ayuntamiento de Madrid arranca con un amplio respaldo ciudadano. Según los datos presentados hoy por la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, el 90,27 % de los participantes en la consulta pública considera positivo que se regule por ordenanza el comportamiento incívico en el espacio público.
La encuesta, abierta en la plataforma Decide Madrid del 3 de febrero al 4 de marzo, ha recibido 6.301 respuestas, un incremento del 256,59 % respecto a otros procesos participativos. Una señal clara del interés y la preocupación vecinal por mejorar la convivencia urbana, según ha destacado el Consistorio.
Limpieza, vandalismo y ruido, entre las mayores preocupaciones
Entre los aspectos mejor valorados para ser regulados figuran:
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Limpieza y uso de bienes y servicios públicos: el 79 % está "muy de acuerdo" con que se regulen.
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Vandalismo y degradación del entorno: 78 % muy de acuerdo.
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Mal uso de espacios públicos (como pistas deportivas o zonas verdes): 62,6 % muy de acuerdo.
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Fogatas o acampadas en la vía pública, el consumo de alcohol, la mendicidad coactiva o los grafitis también cuentan con un amplio respaldo para ser regulados.
Un 64 % de los encuestados cree además que deberían añadirse otros aspectos, destacando problemas relacionados con ruidos, mascotas y ocupación de las calles.
Mayoría cree que la normativa actual es insuficiente
El 55 % de los encuestados considera que la normativa actual no es suficiente para garantizar la convivencia en la capital. Solo un 14 % opina que sí lo es.
Por franjas de edad, el grupo más participativo ha sido el de 41 a 60 años (54 %), y todos los distritos de Madrid han estado representados. Ciudad Lineal, Puente de Vallecas, Carabanchel y Arganzuela han liderado la participación.
Próximo paso: diálogo con el tejido social
Concluida la fase participativa, el Ayuntamiento abrirá una ronda de diálogo con agentes sociales, entre ellos asociaciones vecinales, sindicatos policiales, el Tercer Sector, comunidades educativas, entidades deportivas y culturales o plataformas de afectados.
El objetivo: diseñar una ordenanza que proteja el derecho al disfrute del espacio público en condiciones de seguridad, respeto, tranquilidad y conservación, alineada con las necesidades reales de la ciudadanía y con capacidad para sancionar comportamientos perturbadores.
Esta ordenanza forma parte de una estrategia municipal más amplia para reforzar el civismo y la corresponsabilidad en el uso del espacio compartido, marcando un nuevo rumbo hacia una convivencia más armónica en la ciudad.