El Partido Socialista ha anunciado una reforma de su Código Ético por la que considerará motivo de expulsión el uso de servicios de prostitución por parte de sus militantes. Esta decisión, calificada como de “máxima contundencia”, será tramitada como una falta muy grave conforme a los estatutos federales y conllevará, según ha especificado el propio PSOE, la expulsión inmediata de quien incurra en dicha conducta.
El anuncio se ha producido este viernes tras una reunión a puerta cerrada en la sede de Ferraz, encabezada por el presidente del Gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez, junto a las secretarias de Igualdad del PSOE. El encuentro se celebra en medio de una creciente polémica generada por las informaciones que vinculan al exministro José Luis Ábalos y a su exasesor Koldo García con conversaciones de contenido sexual explícito en el marco de la investigación del conocido ‘caso Koldo’.
Incompatibilidad con la militancia socialista
En un comunicado emitido tras el encuentro, el PSOE ha subrayado que “solicitar, aceptar u obtener un acto sexual a cambio de una remuneración” es “absolutamente incompatible” con la militancia socialista. Además, el partido ha reafirmado su compromiso con la abolición de la prostitución, a la que define como una forma de violencia estructural contra las mujeres, y ha recordado que su objetivo es combatir las causas sociales y económicas que obligan a muchas mujeres a prostituirse.
“La prostitución no es una opción libre, sino el resultado de una desigualdad sistémica”, ha declarado una portavoz de la dirección federal. “No es aceptable que haya representantes públicos o militantes que formen parte de un partido que defiende la igualdad mientras normalizan prácticas que cosifican a las mujeres y atentan contra su dignidad”.
Un paso más allá de los estatutos actuales
La reforma ética del PSOE supone un paso más allá de lo que contemplan actualmente sus estatutos, que ya prevén la expulsión automática en caso de condenas por delitos contra la libertad sexual. Sin embargo, no recogían hasta ahora sanciones por el simple hecho de pagar por sexo sin condena judicial previa.
La iniciativa, que recupera una propuesta desechada en el Congreso del partido en Sevilla en 2024, ha cobrado fuerza tras la aparición de nuevos materiales comprometidos en la investigación judicial que afecta a figuras próximas al núcleo duro del Gobierno socialista.
En particular, han generado indignación las transcripciones de conversaciones atribuidas a Ábalos y Koldo García, en las que intercambian comentarios machistas sobre mujeres, presuntamente en el contexto de prácticas de prostitución. La frase “Pues la que tú quieras. O Ariatna y Carlota y a tomar por culo”, extraída de uno de los informes de la Guardia Civil, ha provocado una fuerte reacción interna y ha sido el detonante del endurecimiento de las normas internas.
Un mensaje político en clave interna y externa
La decisión de Pedro Sánchez llega también en un momento de tensión dentro del partido, cuando parte de la militancia reclama una renovación profunda tras los escándalos que han salpicado a altos cargos socialistas. Con esta medida, el PSOE busca marcar distancia con quienes representan conductas reprobables, reforzando al mismo tiempo su discurso feminista y su posición como partido defensor de la igualdad real.
“Esta reforma no es cosmética ni simbólica. Es un compromiso firme con las mujeres, con la democracia y con la ética política”, ha recalcado Ferraz.
Además, en medio del avance de formaciones de ultraderecha y el aumento de discursos reaccionarios que banalizan o justifican la prostitución, el PSOE quiere reforzar su perfil ideológico y sus principios, presentando esta reforma como una línea roja infranqueable.
Contexto político y repercusiones
El movimiento del PSOE también tiene una clara lectura política: blindar al partido frente a futuras crisis internas y fortalecer su discurso ante una opinión pública cada vez más crítica con la clase política. El impacto del caso Koldo, sumado a las acusaciones de hipocresía política, ha obligado a la dirección socialista a tomar una posición clara y contundente.
“No podemos exigir respeto a las mujeres desde los discursos si no lo aplicamos dentro de casa”, ha remarcado un miembro de la dirección federal.
La reforma será incorporada en las próximas semanas tras su aprobación formal por los órganos correspondientes del partido, y marcará un precedente dentro del panorama político español, donde ningún otro partido ha planteado hasta ahora una medida similar en términos de sanción y ética interna.
En definitiva, el PSOE lanza con esta reforma un mensaje directo a su militancia y a la sociedad: la lucha contra la violencia estructural hacia las mujeres no admite zonas grises, y la prostitución, como instrumento de explotación, no tendrá cabida entre quienes se proclamen socialistas.