El Partido Popular ultima una batería de más de un centenar de preguntas cerradas para interrogar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ante la comisión de investigación del Senado por el ‘caso Koldo’, una sesión que promete ser tensa, extensa y de fuerte impacto político y mediático.
Fuentes de Génova aseguran que el objetivo del PP es “comprobar a qué dice la verdad Sánchez, en qué se escuda en un ‘no me acuerdo’ y cuántas vueltas da para responder sí o no”, en un formato de preguntas “muy concretas y directas”. Los populares advierten que si el presidente esquiva las respuestas o incurre en contradicciones, podría ser citado nuevamente o denunciado por falso testimonio.
Génova diseña un cuestionario “ómnibus” para “tocar todos los palos”
El cuestionario elaborado por el equipo del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, abarca desde la supuesta financiación ilegal del PSOE hasta los casos judiciales de Begoña Gómez y David Sánchez, pasando por el rescate de Air Europa, las maletas de Delcy Rodríguez, la trama de los hidrocarburos y los polémicos negocios del suegro del presidente.
Según fuentes del PP, se trata de un “interrogatorio quirúrgico” con preguntas cerradas que buscan “desnudar” al presidente y ponerle contra las cuerdas en cuestiones de índole política y personal. “Queremos entender el comportamiento del ‘uno’ de todos los casos de presunta corrupción”, explican.
Entre los nombres barajados para interrogar al presidente destacan Alejo Miranda de Larra, Rocío Divar y Luis Santamaría, tres senadores con perfil jurídico y experiencia en control parlamentario. “Será un senador raso frente al presidente del Gobierno: David contra Goliath”, apuntan desde Génova.
Un acto bajo el foco internacional
La comparecencia de Sánchez, que comenzará a las 9:00 horas en la Sala Clara Campoamor del Senado, ha despertado una expectación mediática sin precedentes: más de 270 periodistas de España, Estados Unidos, China, Francia, Alemania y Bélgica se han acreditado para cubrir el interrogatorio.
Durante las cinco horas previstas de sesión, el PP dispondrá del último turno de 50 minutos, considerado el más relevante, ya que marcará el tono del debate público posterior. “Las respuestas serán noticia, pero las preguntas también”, anticipan los populares.
El Gobierno, por su parte, reconoce que espera un “interrogatorio duro y sucio”, aunque asegura que Sánchez responderá con total transparencia, acompañado del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el secretario de Estado Rafael Simancas y el director de Asuntos Institucionales, Iván García Yustos.
El Gobierno acusa al PP de querer convertir el Senado en “un circo”
Fuentes del Ejecutivo defienden que el presidente “irá encantado a explicar lo que sea necesario”, pero advierten que los populares buscan “convertir la comisión en un espectáculo político”. “Esperamos que sea lo menos circo posible”, remarcan desde Moncloa, insistiendo en que Sánchez “no tiene nada que esconder”.
El presidente del Gobierno será el segundo jefe del Ejecutivo en democracia que comparece en una comisión de investigación parlamentaria, tras José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, cuando respondió ante el Senado por los atentados del 11M.
Un interrogatorio con proyección política y judicial
En el PP aseguran que si Sánchez miente o se contradice, lo denunciarán ante la Fiscalía. Además, no descartan volver a citarlo en la comisión si consideran que las explicaciones son insuficientes.
La cita, según Génova, “resume toda la legislatura”: “Por la mañana, Sánchez rinde cuentas por la corrupción que le rodea; por la tarde, pendiente de lo que decidan los militantes de Junts”.
La sesión será, por tanto, un test político clave para el Gobierno y la oposición, con repercusión más allá de las fronteras españolas. Según el PP, “la declaración de Sánchez saldrá en las portadas internacionales”, reflejando el clima de desgaste institucional que vive la política española a finales de 2025.
