El Partido Popular cerró filas este sábado en defensa de su secretario general, Miguel Tellado, tras la fuerte polémica generada por sus declaraciones en un mitin en Pamplona, donde llamó a su partido a “empezar a cavar la fosa donde reposarán los restos de un Gobierno que nunca debió haber existido”. El presidente Pedro Sánchez reaccionó de inmediato acusándole de “insultar a las víctimas del franquismo” y de realizar una “apelación encubierta a la violencia”.
El jefe del Ejecutivo denunció en redes sociales que el PP “se ha rendido al odio de la ultraderecha” y que Tellado había lanzado un mensaje “inhumano” y “ofensivo” hacia los miles de españoles cuyos familiares aún yacen en fosas comunes. El PSOE exigió además a Alberto Núñez Feijóo que desautorizara a su número dos y le pidiera disculpas públicas.
Sin embargo, la dirección popular respondió de manera contundente. A través de su cuenta oficial en X (Twitter), el PP acusó a Sánchez de un “burdo intento de manipulación” y de “utilizar a las víctimas para sostener su relato político”. “Estás absolutamente alejado de la realidad si piensas que vas a engañar a alguien”, replicaron desde Génova.
Por su parte, Tellado negó tajantemente que sus palabras tuvieran relación con las víctimas de la Guerra Civil o del franquismo. Según explicó, su metáfora iba dirigida exclusivamente a “enterrar políticamente” al actual Gobierno, al que calificó de “agonizante y mendicante”. El secretario general denunció que Sánchez intenta “crear una falsa polémica” para “tapar las investigaciones judiciales que afectan a su partido, a su Gobierno y a su entorno familiar”.
“Qué manipulación más burda, pero el ‘Francomodín’ ya no da más de sí”, lanzó Tellado, en referencia a lo que considera un uso reiterado del franquismo como argumento político por parte del PSOE. El dirigente popular añadió que “es una vergüenza que Sánchez siembre el enfrentamiento entre españoles para ocultar que su número dos está en la cárcel por corrupción y que el año judicial lo abrirá su mujer con su declaración ante un juez”.
El choque político refuerza la estrategia de confrontación entre Gobierno y oposición en el arranque del curso político, con el PP acusando al Ejecutivo de estar atenazado por causas judiciales y el PSOE situando a los populares como un partido “rendido al extremismo”.