El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, acusó este sábado al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, de “amenazar” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras las declaraciones del líder popular en las que le advirtió de que, si miente en su comparecencia del jueves en el Senado por el caso Koldo, “sumará un nuevo delito a su Gobierno”.
Bolaños respondió con dureza a través de sus redes sociales, donde ironizó sobre la concepción del PP respecto a la independencia judicial: “Feijóo amenazando al presidente y hablando en nombre de los tribunales. Separación de poderes, según la extrema derecha española”, escribió.
Cruce político antes de la comparecencia
Las palabras del ministro llegan después de que Feijóo asegurara en un acto en Zaragoza que, durante la comisión de investigación del Senado, Sánchez solo tiene tres opciones: “decir la verdad, mentir o ponerse a la defensiva”. El líder popular afirmó que si el presidente “miente, irá al juzgado, y si dice la verdad, también”.
El comentario provocó una ola de reacciones en el Gobierno, que interpretó las declaraciones como una intimidación directa al presidente. Desde Moncloa, fuentes del Ejecutivo consideran que Feijóo “vuelve a cruzar la línea” al “atribuirse el papel de juez y usar la amenaza judicial como herramienta política”.
Bolaños defiende la independencia institucional
El ministro subrayó que el Partido Popular “confunde la crítica política con el acoso institucional” y recordó que el principio de separación de poderes es un pilar esencial de la democracia. “Los tribunales no son una extensión del PP, aunque algunos actúen como si lo fueran”, afirmó en su intervención ante los medios tras participar en un acto del PSOE en Madrid.
Bolaños reclamó “respeto a las instituciones y al Estado de derecho” y acusó al principal partido de la oposición de “alimentar el descrédito político mediante la desinformación y la judicialización del debate público”.
El choque dialéctico entre el Gobierno y el PP se produce a tan solo cinco días de la comparecencia de Sánchez en el Senado, la primera de un presidente del Gobierno en ejercicio en una comisión de investigación parlamentaria.