En corto y por derecho

Schoeck y Hesse

La colaboración entre el compositor suizo Othmar Schoeck (1886-1957) y el escritor alemán Hermann Hesse (1877-1962) representa un encuentro singular entre la música y la literatura en el ámbito del lieder germánico. Esta relación, que se extendió durante décadas, no solo produjo obras fundamentales en el repertorio vocal del siglo XX, sino que también reveló una afinidad creativa y una comprensión mutua de la esencia poética y musical. La colaboración entre Schoeck y Hesse recibió múltiples elogios. Thomas Mann y James Joyce admiraron la capacidad de Schoeck para elevar los textos de Hesse a nuevas dimensiones expresivas. El propio Hesse, en una carta de 1927, comparó los lieder de Schoeck con los de Hugo Wolf, destacando su “capacidad para revelar el alma oculta de los versos”. Sin embargo, la difusión de estas obras se vio limitada por factores históricos. El ascenso del nazismo y las controversias políticas en torno a Schoeck -especialmente tras el estreno de su ópera Das Schloss Dürande en Berlín en 1943- opacaron temporalmente su legado. Es decir, es probable que nunca hayan oído hablar de Schoeck a pesar de la inmensidad de su legado artístico. 

El ciclo titulado ‘10 Lieder nach Gedichten von Hermann Hesse (Op. 44, 1928)’ es considerado una de las cumbres de su colaboración. Schoeck utiliza el piano para crear atmósferas que reflejan la dualidad entre la belleza efímera y la introspección filosófica presente en los textos. La obra fue grabada por Dietrich Fischer-Dieskau en 1977, consolidando su lugar en el repertorio lírico. Aunque Schoeck . durante más de cincuenta años, desde 1903 hasta 1955, compuso incansablemente cerca de 400 lieder sobre textos de unos veinte poetas alemanes y suizos de habla alemana, la escucha de su Opus 44 le bastaría a cualquiera para entender su injustamente olvidada grandeza.