A Volapié

El riesgo creciente de apagones eléctricos

Hace no mucho decíamos que es un error cerrar las nucleares porque la generación renovable no es estable, ni fácilmente predecible. Estas son características comunes a la energía hidráulica, a la solar, y a la eólica.

Cada vez dependemos más de estas fuentes, que son verdes, pero que adolecen del grave problema que hemos mencionado. Se han cerrado con buen criterio las centrales de carbón y de fuel-oil. Al parecer, las eléctricas quieren desconectar 9.000MW de centrales de ciclo combinado de gas por su falta de rentabilidad.

Si a esto, le sumamos el insensato plan del gobierno de cerrar las nucleares, los apagones serán inevitables, algo propio de países del tercer mundo.

Hace pocos días, el riesgo de apagón creció considerablemente. Red Eléctrica tuvo que interrumpir el suministro a la gran industria por la noche, para poder equilibrar el sistema y garantizar el suministro a los hogares. Esto sucedió dos veces en 2023. Estos hechos demuestran que el peligro es muy real. 

Esto es debido a que la producción eólica cayó en 1800 MW, así como a la falta de reserva hidráulica. A esto hay que sumar la parada de dos nucleares por la fuerte caída de los precios mayoristas, y además, la parada no programada de la nuclear Ascó I. 

No podemos correr el riesgo de tener apagones debido a la inestabilidad de la generación renovable. Estas interrupciones del suministro a los grandes consumidores es una mala señal, y no duden que aumentarán si se cierran todas las nucleares. Imaginen Vds. si a esto se le suma el cierre de las centrales de gas. Los apagones serán inevitables, afectando también a los hogares y pymes. 

¿Queremos vivir así?. Imagino que a los políticos que están detrás de esto les importa poco porque a muchos de ellos no les afectará. Tienen suculentos ingresos garantizados, y con ellos, más de uno instalará un generador de gasoil en su casa para estar cubierto. 

Se impone pues mantener operativas todas las nucleares, y garantizarles en todo momento un precio mayorista mínimo que cubra sus costes más un margen a determinar. Al parecer estamos a la espera de la autorización de UE. Hasta para esto hace falta que Bruselas nos de permiso. Mala señal, vista la lentitud de la burocracia europea. 

También es imperativo implementar soluciones de almacenamiento de energía en los momentos en que haya excedentes. En esto también, cómo no, vamos con retraso. Como es el caso en todo lo relativo a las inversiones necesarias para el crecimiento del coche eléctrico. ¿De qué sirve legislar si no se tiene los pies en la tierra, si no se hace caso a los expertos?.

Afrontamos pues un notable riesgo de apagones hasta 2030. La propia Red Eléctrica reconoce en sus informes que estaremos en situación precaria si se desmantelan las centrales de gas. Y lo mismo sucede con las nucleares. 

La cerrazón ideológica de Bruselas, apoyada por los verdes, así como por otros partidos del arco parlamentario, es notabilísima, hasta el punto de ignorar a los expertos en la materia, así como a los profesionales de la industria. En esta materia, el radicalismo ideológico y climático está poniendo en peligro la estabilidad del suministro eléctrico, cosa que es muy grave. 

Soy el primero que cree que hay que contaminar menos, y obro en consecuencia en mi vida personal. Sin embargo, este camino hacia una sociedad más limpia no puede hacerse en contra de la opinión de la industria, de Red Eléctrica, y de los expertos del sector.

Animo a la ciudadanía a meditar acerca de esto, y a exigir sensatez y moderación a los políticos. Nos jugamos bastante más de lo que parece en este asunto.

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