Desde Chile nos informamos a través de la sesgada RTVE, del intento del presidente del gobierno por instalar una “placa de memoria democrática” en la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid. Sin interferir en decisiones o conflictos internos de España, quería pedirle al gobierno de Pedro Sánchez que lleve adelante un plan para cambiar el nombre de al menos 20 calles y plazas españolas que llevan el nombre de Salvador Allende. Es una ofensa para la mayoría de los chilenos, que se recuerde y se alabe a Salvador Allende, el peor presidente que ha tenido Chile. Allende destruyó la economía, la agricultura, la propiedad privada e intentó conducir a Chile a una dictadura similar a la de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
En 3 años el daño generado por el gobierno, fue de tal envergadura, que 52 años después, aún Chile sufre las consecuencias del caos político y social provocado por la coalición liderada por Allende. En Chile ya las calles con su nombre se empiezan a cambiar y en Italia un polideportivo con el nombre de Allende también cambiará de nombre. Es el inicio de un reconocimiento del peligro que significó Allende para el pueblo chileno. Ojalá quienes gobiernan comunidades y ayuntamientos españoles, se ocupen de sacar el nombre de Allende de calles y plazas. En Chile, tras el cambio de gobierno, se iniciará en muchos municipios la tarea ya realizada por la Alcaldesa Carol Bown en el municipio de San Miguel, en donde una calle llamada Salvador Allende recuperó su nombre original: Salesianos.