El fallecimiento de James D Watson ha desencadenado una serie de artículos denigrando su figura a costa de su falta de corrección política, llegándose a afirmar que le habían retirado el Nobel por ello, cosa que no es cierta. Watson, junto a Crick y Wilkins obtuvo este galardón por la descripción de la estructura del ADN, quizás el hallazgo científico más relevante del siglo XX junto a la Teoría de la Relatividad. Intentando entender a Jim he leído su autobiografía titulada ‘Avoid boring people’. Su libro ‘La doble hélice’, donde relataba los avatares del hallazgo del ADN, ya generó un cierto escándalo por su estilo desinhibido y poco respetuoso con sus colegas.
La clave para entender su comportamiento es aceptar que Jim, probablemente, era un Asperger de altas capacidades intelectuales con dificultad para las relaciones personales. Tenía el aspecto de un espantapájaros, lo que dificultaba sus relaciones con las chicas que le rechazaban una y otra vez, según el mismo cuenta en su autobiografía. Se convirtió en un solterón hasta que a los 39 años, sin siquiera avisar a sus padres, se casó con Liz, una estudiante de 19 años. Tuvieron dos hijos, Rufus, el mayor, sufrió una esquizofrenia grave que le impedía valerse por sí mismo. Este hecho afectó mucho a Jim, sobre todo cuando su hijo sufrió un ‘síndrome neuroléptico maligno’, una rara anomalía genética que producía una seria reacción adversa frente a los medicamentos antipsicóticos. Esta situación le motivó para apoyar al Proyecto Genoma Humano. Watson creía que conocer la estructura completa del ADN sería crucial para comprender esa enfermedad y poder ayudar a su hijo. Paradójicamente, después de secuenciar su propio genoma, Jim descubrió que era un metabolizador lento tanto de antipsicóticos como de bloqueadores beta, lo que explicaba el problema de Rufus y el que sufrió él mismo cuando le prescribieron un tratamiento con un betabloqueante debido a una arritmia que padecía.
James Watson estuvo veinte años trabajando en la Universidad de Harvard, pero tuvo que dejarlo en contra de su voluntad. En su autobiografía carga contra el rector de Harvard, Larry Summers, al que acusa de tener un comportamiento inadecuado con las mujeres e ineptitud para las relaciones personales. En su descargo, argumenta que el rector padecía «un síndrome de Asperger (la variante del autismo asociada a la inteligencia elevada) tal vez la ‘minusvalía’ conductual humana más determinada por la genética que se conoce». Este juicio, de forma paradójica, retrata con fidelidad la personalidad de Jim.