La mirada de Ulisas

Es el grito de las democracias el que se escucha

LA MIRADA DE ULISAS se entristece y se desconsuela al ver que ya se van encontrando los cadáveres de los secuestrados del fatídico 7 de octubre por Hamás en Gaza. Tres personas civiles que no merecían esa suerte: Shani Louk de 23 años,  Amit Bouskila 28 años y un hombre Isaac Galerter de 58 años. Dolor y más dolor en la sociedad israelí, que recibe la noticia como lo temía. Era de prever que no muchos podrían aguantar, resistir ni sobrevivir a condiciones tan adversas a las que estaban expuestos o las que vivían o siguen viviendo, ¡si es que aún permanecen en vida!... ¿Y si es que a eso se le puede llamar vida? Los primeros rescatados ya hablaron de haber padecido un infierno. 

El averno que le espera a la Humanidad si dejamos que los terroristas se apropien y apoderen de nuestro planeta, como es la determinante intención que mantienen bajo el terror de sus armas y la procreación de sus vientres. Cada musulmán tiene derecho a tener varias mujeres y darles los hijos que desee. Contradice todas las leyes de una sana convivencia donde el respeto por la mujer se impone con su voz y no con su silencio ni su dominación. Mujeres que sufren los castigos de los hombres con el apremio de relaciones competitivas. Vejan y descentran a esposas e hijos que habitan en semejante desorden, donde se avivan las emociones más bajas: los celos, el odio, el rencor, los resentimientos inclusive los asesinatos que propician relaciones conducentes a esos sentimientos con sus nefastas consecuencias. Los corazones no están diseñados para vivir en semejante desorden. Finalmente lleva al caos y a una falta de control que se ejerce por la fuerza. Se dan las dictaduras para mantener ese desorden soterrado, que se esquematiza como un orden obligado. ¡A la brava, a la fuerza!

Más tarde que temprano las y los más inteligentes se rebelan contra la opresión frente a tanto malestar. Y quiero que quede claro: no lo digo desde mi mirada occidental sino desde el atisbo que calla su dolor por temor a la violencia que le espera, en sociedades como Irán, donde a la mujer se le incrimina el uso obligado del velo, que ya no quiere portar. Símbolo de sumisión del cual desea desprenderse para vivir de manera más acorde al siglo XXI. Protestan con lamentos desgarrados que salen de los edificios de noche para abrazar las estrellas con algo de esperanza y decirles un no rotunda a las usanzas de otros tiempos. No anhelan ser como sus ancestros de siglos muy antiguos que traen el Medioevo al presente. Y donde el homosexual o el disidente no tienen lugar en dichas sociedades primitivas.

Una oscuridad que la Humanidad no está dispuesta a asumir y menos con un estado de conciencia que despierta en una era más luminosa para los seres humanos, que han alcanzado la libertad y el ejercicio del libre albedrío. Conceptos logrados en civilizaciones más avanzadas y luchadas. Revueltas que han causado muertes y muchos desafíos. Conquistas logradas con sudor y lágrimas durante siglos para tratar de establecer colectividades más equilibradas y justas con los derechos alcanzados y puestos en práctica por los habitantes de nuestra amada Tierra.

Es el grito de las democracias el que se escucha. Está desesperado por lo que percibe que se avecina si no se toman las riendas de la cordura a tiempo. Hay que hacer algo en pro de nuestro devenir planetario e invocar la solidaridad de los pueblos, que no desean ser subyugados por el terror ni la desesperanza. ¡Viva la esperanza! anfitriona y huésped a la vez de corazones sanos y dispuestos a la convivencia entre hermanos que no se parezcan, pero sepan abrazar el respeto y la tolerancia del bienestar general. Estado ideal y colectivo que sabe defender sus leyes y sus limitaciones, donde la sangre ajena no es bandera ondeante.

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