Hace unos meses escribí un artículo acerca del suicidio energético que va a suponer el cierre de las nucleares. Ya han visto ayer lo que sucedió, y eso que aún están disponibles estas últimas, aunque por culpa de la rapacidad fiscal del gobierno funcionan al mínimo porque no les salen las cuentas. Les han puesto arbitrariamente tal cantidad de impuestos que no son rentables, y lo han hecho a conciencia a pesar de que no emiten gases de efecto invernadero.
La política de Sánchez y sus socios radicales es suicida. Lo es porque sin nucleares, y dado que la eólica y la solar son intermitentes por naturaleza, va a ser muy difícil dar estabilidad permanente a la generación de energía, y esto hace inevitables los apagones. Según el gobierno y la alta dirección de Red Eléctrica (ex altos cargos del PSOE) los apagones son imposibles. Bueno, pues ayer su soberbia ha recibido un bofetón de realidad. Por cierto, ¡la exministra socialista que “dirige” Red Eléctrica cobra más de medio millón de euros!. Lástima que su enorme e injustificado sueldo no sufra apagones.
Aún no tenemos explicación oficial de lo sucedido ayer, pero dado que este es un tema político, probablemente van a mentirnos u ocultarnos la verdad porque no quieren que su política energética basada en “todo al rojo renovable” quede en entredicho.
En los últimos años el sistema ha estado a punto de caer bastantes veces y no lo ha hecho porque Red Eléctrica ha cortado el suministro a la gran industria con frecuencia. Hace 5 días sucedió lo mismo con una gran refinería de Repsol y ayer por fin, lo han conseguido, han tumbado todo el sistema, ¡bravo!.
Quieren que el sistema funcione en un 80% o más con renovables y esto es una muy mala idea. Lo es porque el sol se nubla aleatoriamente y el viento deja de soplar intermitentemente. Si en un momento dado la generación es casi únicamente renovable y esta se para por motivos aleatorios, ya tenemos el problemón. Sí, las centrales nucleares y de gas, incluso las hidroeléctricas (sólo en los años húmedos) pueden y deben actuar como respaldo, pero no parece posible reemplazar un volumen de energía tan enorme en poco tiempo. Ayer se cayó más de la mitad de la generación eléctrica, tal volumen de energía no se puede sustituir en un pis pas.
Las renovables son necesarias pero muy probablemente se debería limitar su cuota de generación al 35% y nunca jamás prescindir de las nucleares. Hay que aumentar el parque nuclear, como están haciendo muchas naciones avanzadas, y quitarle a esta energía los absurdos impuestos confiscatorios que el gobierno Sánchez le ha puesto para que sea inviable. Olvidan que esta energía es fundamental porque es estable, eficiente y barata (sin opresión fiscal) y no emite gases de efecto invernadero. No se puede luchar contra el cambio climático sin nuclear, a día de hoy no.
Un país de primera división necesita energía abundante, estable y competitiva. La política que sigue este gobierno garantiza la falta de estabilidad en el suministro, y por lo tanto los apagones, totales o parciales, y una energía cara que empobrece a los consumidores y hace a nuestra industria menos competitiva, y esto lo pagamos con menos empleos. Tenemos por lo tanto un problema con el mix de generación porque sobran renovables y faltan nucleares.
Para mitigar el problema el gobierno tiene un plan, que no ejecuta a saber por qué, para construir una red capaz de almacenar los excesos de producción no consumidos de las renovables. Dudo que sea económicamente viable, pero me puedo equivocar porque me falta información de calidad al respecto. En cualquier caso, da igual porque el plan sigue en un cajón de manera que seguimos bajo la espada de Damocles de la aleatoriedad del suministro renovable.
Mientras se halla una solución a este enorme problema, lo mínimo que podrían hacer es levantar la fiscalidad abusiva a las nucleares para que estas vuelvan a producir al 100% y no cerrarlas antes del final de su vida útil.
No sólo el gobierno ha errado gravemente con una política de generación en la que lo apuesta todo a las renovables a costa de la estabilidad del suministro y de la competitividad de la economía española, sino que también merece un suspenso en cuanto a su política de distribución energética. Digo esto porque las inversiones en redes de distribución son inferiores a lo necesario en un 50% y parece que esto le importa un pimiento al gobierno. Desde la UE se reclama al gobierno que se dupliquen las inversiones y sin embargo hace oídos sordos.
De nada sirve generar si no puedes distribuir la cantidad que se necesita y en el lugar que se necesita. Se están denegando el 57% de las conexiones energéticas solicitadas anualmente por la industria debido a la falta de inversión en redes de distribución. El gobierno se niega a aumentar el tope establecido a este efecto, no se sabe muy bien por qué, en todo caso por ninguna buena razón objetiva.
Esto se traduce en la no ejecución de inversiones por valor de 60 millardos al año y por lo tanto la pérdida o no creación de miles de puestos de trabajo, y mucho dinero perdido en impuestos, cotizaciones y rentas del trabajo. Esto es inadmisible en un país que tiene el récord de paro de la OCDE, una renta per cápita mediocre y estancada, un gran déficit fiscal y una deuda insostenible.
En conclusión, tenemos un gobierno que sigue una política gravemente errada tanto en generación como en distribución que nos empobrece y que nos aboca a sufrir apagones de forma repetida en el corto y medio plazo.
Merecemos un gobierno que no mienta y que no oculte la verdad. No es de esperar que el actual diga la verdad porque no quiere que se cuestione una política energética que parece pensada por nuestro peor enemigo. De hecho, probablemente está pensada por nuestro más letal enemigo.
Por cierto, ayer quedó claro por qué eliminar el efectivo es otra pésima idea de Bruselas y de nuestro gobierno a la que tenemos que oponernos vehementemente.