Hoy te voy a contar la previa de este nuevo viaje que estoy próxima a empezar: dos meses atrás comencé con la búsqueda de donaciones para poder llevar a Burundi.
Así arrancó la preparación del viaje: Pensar en lo indispensable a trasladar para poder desarrollar la formación de la asignatura que imparto: Odontología Comunitaria y Salud Pública, y el material para poder realizar asistencia odontológica a niños de escuelas primarias de Burundi.
Entonces la lista quedó compuesta así:
- Ordenadores: para que los 20 estudiantes pudieran llevar adelante sus tesis (no tienen ordenadores, y solo pueden escribirla algunos de ellos, los que tienen móviles).
- Proyector para el aula de clase: Para que se puedan ver las presentaciones de los profesores.
- Material odontológico para el trabajo comunitario en escuelas, entre los cuales: descartables, flúor en diferentes presentaciones: para baños de flúor, para selladores (prevención de caries), para restauraciones (cuando la caries está instalada se cubre con un material de restauración temporaria que libere flúor evitando el avance de la enfermedad), etc.
Piano piano, es decir poco a poco, fueron llegando las donaciones, no solamente de material sino la ayuda en la difusión, por ejemplo: de Ana Oliveros y Montserrat Sánchez Escalera, mis compañeras de trabajo, las primeras en difundir la búsqueda de donaciones. Otra ayuda fundamental fue la de Javier Rodríguez Gaitán que trabajó muchas horas para poner a punto los 10 ordenadores donados, instalando programas, borrando archivos y cambiando hasta las baterías de algunos de ellos.
Luego hubo que priorizar, y hacer entrar en 2 maletas de 23 k todo ese material (incluida mi ropa, medicamentos y artículos personales), otra hazaña, pero se pudo lograr.
Agradezco de corazón a todas y cada una de esas personas que me apoyaron, se sumaron con materiales o con pensamientos, con esa energía linda que llega, para que hoy estas maletas estén llenas y próximas a partir.
Ahora solo queda esperar que pueda llegar todo en buen estado, pasar los controles de los 3 vuelos que debo atravesar, y las 5 horas de traslado por tierra hasta llegar a destino.
¡Nos vemos en la próxima crónica!
