Como ya hemos escrito en otras ocasiones Federico García Lorca ocupó un único cargo oficial y público en el gobierno republicano, ya que fue vocal de la Junta Nacional de Música y Teatros Líricos, sería en el periodo de 1932 a 1934, concretamente el nombramiento desde el 27 de octubre de 1932 con publicación de la disposición en la Gaceta de Madrid del 1 de noviembre de 1932 y su dimisión al igual que todos los miembros de la citada junta el 26 de julio de 1934 y publicada en la Gaceta el 28 del mismo mes. El motivo de la dimisión sería el continuo recorte del presupuesto asignado a dicha junta desde el gobierno surgido después de las elecciones de noviembre de 1933.
Como hecho significativo señalamos que el poeta sería miembro de la citada junta durante 20 meses, 12 de ellos mientras gobernaba la izquierda y 8 con gobiernos de la derecha, datos fidedignos y objetivos que inducen a la reflexión sobre su apoliticismo partidista.
Los miembros de la junta dimisionaria serían además del poeta García Lorca los siguientes: Óscar Espla Tray, Miguel. Salvador y Carreras, Salvador Bacarisse, Enrique Fernández Arbos, Conrado del Campo, Facundo de la Viña, Manuel García Morente, Bartolome Pérez Casas, Eduardo Martínez Tornero y Adolfo Salazar, este último gran amigo de Lorca, crítico musical del diario ABC que además trabajaba en la discográfica “La voz de su amo” que editaría en 1931 las canciones populares españolas recopiladas e interpretadas conjuntamente con la voz de la Argentinita y el poeta al piano.
El poeta sería nombrado vocal en dicha junta, como decíamos al principio a finales de octubre de 1932, probablemente siendo su valedor para dicho cargo Fernando de los Ríos que era el ministro de instrucción pública, en esa fecha en que se tenían que renovar tres cargos de vocales en la misma. Una de las condiciones para ostentar dicho cargo era que se debía de residir obligatoriamente en Madrid, por esa razón Manuel de Falla, Ernesto Halffter y Jesús Guridi que establecían su residencia en Granada, París y Bilbao respectivamente, causaban baja en dicho organismo y fueron sustituidos por Cipriano Rivas Cherif - cuñado de Azaña-, Federico García Lorca y Miguel Salvador Carreras. Apunta este hecho de ser nombrado vocal en la junta por su antiguo profesor universitario y amigo de su familia y ministro Fernando de los Ríos, a que el poeta quisiera aunar con su faceta poética la de musical, ya que era un buen intérprete de piano.
Uno de los primeros actos de la renovada junta de la que ya formaba García Lorca como vocal, sería la concesión y entrega de los premios nacionales de música correspondientes a 1932, que se concedieron el día 12 de diciembre de 1932 tras una reunión del jurado el día 30 de noviembre anterior que estaba compuesto por Óscar Espla presidente, Facundo de la Viña, Conrado de la Viña y Eduardo M. Torner como vocales y el poeta Gerardo Diego como secretario. El concurso premiaba la recopilación y el estudio de cantos tradicionales españoles.
El jurado fue exigente en la concesión del premio declarando desierto el primer premio, arguyendo el nivel bajo de selección de los trabajos “mezclando lo genuino y popular con lo plebeyo y vulgar” y “lo venerable y arcaico con lo tópico moderno” sugiriendo también algo de plagio en algunos pasajes de las obras presentadas.
Por tanto el segundo premio fue concedido a Agapito Marazuela con su Cancionero de Castilla la Vieja con una dotación de 2500 pesetas valorando el jurado “su criterio bastante riguroso de la selección y por la claridad y firmeza de la anotación musical”.
Para los demás premios que contaban en conjunto con la dotación de 5000 pesetas se acordó lo siguiente:
Un premio de 1500 pesetas a José Massot Planes por su Cancionero Balear, otro de 1000 pesetas a Magdalena R. de la Mata por su Cancionero de Cáceres, otro de 1000 pesetas a D.B Gil García por su Cancionero Popular de Extremadura.
Otro de los premiados con la cantidad de 1500 pesetas sería el músico y folklorista burgalés Antonio José con su Colección de cantos tradicionales burgaleses que a juicio del jurado fue valorado de la siguiente manera: “región bastante conocida, a pesar de lo cual el colector ha sabido transcribir con acierto, entre obras de menor interés, muy bellas canciones”.
Antonio José Martínez Palacios había nacido en Burgos en 1902 era por tanto unos años más joven que García Lorca, sus orígenes fueron humildes ya que su padre trabajaba en el obrador de la confitería Lastra en la Plaza Mayor, estudiaría en el humilde colegio de San Lorenzo sede actual del Orfeón Burgalés donde comenzó a destacar con trece años como músico y posteriormente sería becado por la diputación de Burgos para trasladarse a Madrid a ampliar sus estudios musicales. Tras su paso por Málaga y París entre 1920 y 1929 fue en este último año nombrado director del Orfeón Burgalés y director de la escuela municipal de música. Su figura musical se fue engrandeciendo con composiciones de éxito algunas con dimensión internacional.
Llegada la guerra incivil de 1936, fue detenido por falangistas el día 7 de agosto, tras un intento anterior ocurrido el 19 de julio en su casa de la calle Juan Albarellos, sería ingresado en la prisión provincial de Burgos acusado de supuestas falsas actividades contra el bando sublevado. Allí se mantuvo durante dos meses y a pesar de varios intentos de lograr su liberación por distintas vías, tras la llegada a Burgos en septiembre de un nuevo gobernador civil que sustituye al general Davila, -más proclive a no ejecutar al músico- el nuevo gobernador Francisco Fermoso Blanco desoye los intentos de no ser ejecutado, por parte de Matías Martínez Burgos amigo de Antonio José y un carlista destacado en Burgos, que intentaría salvar su vida.
La crueldad también de cebo con su hermano Julio, maestro de profesión, detenido unos días antes que Antonio José, con quien compartió prisión ,sería también fusilado unos días después en el mismo lugar el día 12 de octubre.
En la madrugada del día 8 de octubre sería trasladado en unión de 23 detenidos más, de la prisión provincial hacia la zona del monte de Estepar, distante aproximadamente a 20 kms de Burgos y ejecutado esa misma madrugada,.Al igual que el caso del poeta García Lorca sus restos siguen sin ser localizados, aunque sus últimas circunstancias vitales si están documentadas, como son la ficha de su estancia en prisión en la que falsamente dice que se le concede la libertad y la relación nominal en el estadillo de los trasladados al lugar de ejecución, incluida una carta escrita el día anterior a su ejecución a su amiga Consuelo Mediavilla.
Significamos que en la corta vida de ambos compartieron espacios, ya que como nos indica la investigadora burgalesa María Jesús Jabato el poeta visitará Burgos por primera vez en diciembre de 1916 y pasaría el verano de 1917 en dicha ciudad en compañía de su profesor Martín Domínguez Berrueta, publicando cinco artículos en la prensa burgalesa que posteriormente formarían parte de su primer libro Impresiones y paisajes, el músico contaría entonces con 14 años y ya había compuesto su primera obra titulada Cazadores de Chiclana, posteriormente pudieron coincidir en la Junta Nacional de Música ubicada en la calle Velázquez número 46 de Madrid, en algún acto o en la entrega del premio nacional de música correspondiente a 1932,-el premio más importante que recibiría Antonio José en su corta vida-, organismo oficial que como ya hemos dicho antes contó con García Lorca como vocal, aunque no existe ningún dato fidedigno, hasta el momento, de que se conocieran personalmente.
Su injusto asesinato fue un acto de suprema crueldad al igual que el del poeta, acto en el que estarían trufadas las envidias provincianas y en el caso del poeta se añadirían las rencillas familiares sin que ninguno de los dos tuvieran una participación política activa y partidista a lo largo de sus cortas y sesgadas vidas.