El Ayuntamiento de Madrid ha reabierto al tráfico el túnel que discurre bajo la plaza Mayor tras concluir las obras de rehabilitación y mejora acometidas en los últimos meses. La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acompañada del concejal del distrito Centro, Carlos Segura, visitó esta mañana la zona para comprobar el resultado de la intervención, finalizada con una semana de antelación a lo previsto.
La actuación, que comenzó el 9 de junio y ha supuesto una inversión de 862.000 euros, tenía como doble objetivo garantizar la seguridad de la infraestructura y preservar el valor histórico de la plaza Mayor, uno de los enclaves más emblemáticos de la capital.
Una infraestructura clave bajo el corazón de Madrid
Con 593 metros de longitud, el túnel conecta las calles Toledo y Atocha con San Felipe Neri, facilitando la movilidad en una de las zonas con mayor densidad de tráfico del centro histórico. Inaugurado en los años setenta, esta infraestructura se ha convertido en una vía de paso imprescindible para miles de vehículos que a diario atraviesan el casco antiguo.
Durante el cierre, el tráfico fue desviado a recorridos alternativos, lo que incrementó la presión en calles colindantes. La reapertura supone, por tanto, un alivio para conductores y también para los vecinos y comerciantes de la zona, que habían reclamado una conclusión rápida de los trabajos.
Detalles de la rehabilitación
La intervención ha incluido refuerzo estructural, impermeabilización y renovación integral del pavimento. En el interior del túnel se han sustituido paramentos y techo, se han limpiado y saneado desperfectos y se ha aplicado una nueva pintura con mayor resistencia a la humedad y a la fricción.
El Ayuntamiento ha renovado además la señalética y ha instalado un sistema de geolocalización en tiempo real para servicios de emergencia y conservación, siguiendo la normalización aplicada en el resto de túneles urbanos.
En la superficie, sobre la huella del túnel, se retiraron los adoquines, se demolió la losa dañada y se sustituyeron las placas alveolares deterioradas. Posteriormente se instaló una nueva losa de comprensión y una membrana impermeabilizante antes de recolocar los adoquines originales, garantizando así la imagen histórica de la plaza Mayor.
Seguridad y patrimonio, ejes de la actuación
Durante la visita, García Romero destacó que la intervención “no solo mejora la seguridad de quienes utilizan el túnel, sino que también preserva el valor histórico de la plaza Mayor, uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad”.
Por su parte, el concejal de Centro, Carlos Segura, subrayó que la reapertura “supone un respiro para la movilidad y la vida vecinal, devolviendo normalidad a un enclave fundamental para madrileños y visitantes”.
La superficie de la plaza, que en los últimos meses había estado parcialmente ocupada por la maquinaria de obra, queda desde este lunes totalmente despejada, coincidiendo con el final de la temporada estival y la llegada del turismo de otoño.
Una apuesta por la conservación urbana
El proyecto del túnel de la plaza Mayor se enmarca en la estrategia municipal de mantenimiento de infraestructuras urbanas y conservación de espacios patrimoniales. El Ayuntamiento ha señalado que este tipo de intervenciones buscan equilibrar la modernización de las instalaciones con el respeto al legado histórico de la ciudad.
La plaza Mayor, escenario habitual de celebraciones culturales, actos institucionales y punto de encuentro turístico, recupera así plenamente su actividad. Con la reapertura del túnel, se refuerza no solo la seguridad vial, sino también la funcionalidad y atractivo de uno de los lugares más visitados de Madrid.