José Luis Cordeiro: “Estamos entre la última generación mortal y la primera inmortal”

El ingeniero y futurista, autor del bestseller “La muerte de la muerte”, prepara en Madrid la Cumbre Internacional de la Longevidad, el mayor encuentro en España sobre longevidad, rejuvenecimiento biológico y el futuro de la medicina.

Profesor José Luis Cordeiro durante entrevista por videoconferencia
photo_camera Profesor José Luis Cordeiro durante entrevista por videoconferencia

José Luis Cordeiro, PhD, habla con la pasión de quien está convencido de estar presenciando un cambio de época. Ingeniero formado en el MIT, director de la Alianza Internacional de la Longevidad, economista y divulgador científico, ha dedicado su vida a investigar el impacto de la tecnología en bien de la humanidad, ahora en temas de salud, longevidad y rejuvenecimiento biológico. Nacido en Venezuela, hijo de emigrantes españoles, vive en Madrid, ciudad que reivindica como epicentro natural de la longevidad.

No es casualidad: Madrid es la ciudad más longeva de la Unión Europea, con una expectativa de vida de 86,1 años. Y España, en su conjunto, es el segundo país más longevo del mundo, solo por detrás de Japón (entre los países de más de 10 millones de habitantes). En este contexto, los días 1 y 2 de octubre se celebrará en la capital la Cumbre Internacional de la Longevidad, organizada por Cordeiro con la Alianza Internacional de la Longevidad, un evento que reunirá a los expertos más influyentes del planeta y a inversores trabajando en longevidad que ya apuestan por el rejuvenecimiento biológico.

Profesor Cordeiro, ¿cómo se presenta a quien aún no le conoce?

Soy ingeniero y economista. Estudié en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y trabajo actualmente en innovación tecnológica aplicada a la salud y a la longevidad. En los últimos años me he centrado en el rejuvenecimiento biológico. Vivo en Madrid, donde organizo la Cumbre Internacional de la Longevidad. Y no es casual: Madrid es la ciudad más longeva de España y Unión Europea, nuestro país es uno de los más longevos del mundo.

Hablar de longevidad y rejuvenecimiento suena a ciencia ficción. ¿De verdad es posible?

No es ciencia ficción, es ciencia real. Me gusta decir que en los próximos veinte años veremos más cambios que en los últimos dos mil. Desde que se secuenció el genoma humano —algo que costó miles de millones de euros y hoy se hace por apenas cien—, hemos abierto la puerta a comprender y revertir el envejecimiento. Hace unos años, el científico japonés Shinya Yamanaka descubrió que el envejecimiento es reversible. Por eso recibió el Premio Nobel de Medicina en 2012. Hoy sabemos que el envejecimiento se puede considerar una enfermedad curable, una condición médica tratable y curable.

“Más del 90% de los españoles mueren de enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Si queremos salvar vidas, debemos atacar esa causa.”

Usted habla incluso de inmortalidad biológica. ¿Qué significa exactamente?

En ciencia se habla de inmortalidad biológica cuando las células o los organismos no envejecen. Esta inmortalidad biológica ya existe en la naturaleza. Hay células y organismos que no envejecen: desde las células germinales hasta organismos como la hidra o algunas medusas. Eso no significa que no mueran —si se matan o se destruyen, claro que mueren—, pero no envejecen. Incluso el cáncer descubre la inmortalidad a diario, aunque de forma negativa. Si logramos entender cómo lo hace el cáncer, podremos aplicar ese conocimiento en beneficio de la humanidad. También debemos descubrir como las células germinales son biológicamente inmortales, además de las hidras y algunas medusas, por ejemplo.

¿Cuándo cree que será posible aplicarlo a las personas?

En cinco a diez años podremos curar la mayoría de los cánceres. Y en una o dos décadas podremos detener y revertir el envejecimiento. Mi amigo y mentor Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google, habla del año 2045 como fecha clave. Bill Gates lo llama el mejor futurista del mundo. Yo coincido: estamos muy cerca de vivir indefinidamente jóvenes gracias a la cura del envejecimiento.

Madrid acoge en octubre la Cumbre Internacional de la Longevidad. ¿Qué destacaría del evento?

Será el mayor encuentro científico de la historia de España en este campo. Se celebrará en el Gran Anfiteatro del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), donde enseñó Santiago Ramón y Cajal, el primer español que ganó en Premio Nobel de Medicina. Contaremos con investigadores de Harvard, de Cambridge, del CNIO y otros centros de vanguardia mundial, junto con iniciativas internacionales con enormes recursos, como la Fundación saudí Hevolution, dotada con 20.000 millones de dólares, o Altos Labs, financiada por Jeff Bezos y otros multimillonarios con 3.000 millones de dólares.

George Church y Ray Kurzweil serán los ponentes estrella el 1 de octubre. Además, entregaremos los Premios de Madrid por la Longevidad a personalidades españoles y extranjeras como el abogado Antonio Garrigues Walker, el doctor Pedro Guillén García, la empresaria Pilar Muro Navarro y el alcalde José Luis Martínez-Almeida, además del CEO de Hevolution: el doctor Mehmood Khan.

“Madrid ya es la ciudad más longeva de la Unión Europea. Nuestro objetivo es que sea también el centro mundial de la longevidad”.

¿Qué tiene Madrid para convertirse en un hub global de longevidad?

Lo primero, sus cifras: es la ciudad más longeva de la Unión Europea. A eso se suman la dieta mediterránea, la vida social, el ejercicio moderado y un sistema sanitario público y privado de primer nivel mundial. Y contamos con centros punteros de investigación como el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), por ejemplo. Madrid tiene todo para liderar la investigación en longevidad.

Su libro “La muerte de la muerte” se ha traducido a más de una docena de idiomas. ¿Qué mensaje transmite y cómo ha sido recibido?

El subtítulo lo resume: La posibilidad científica de la inmortalidad y su defensa moral. La primera parte explica los avances científicos que hacen posible detener y revertir el envejecimiento. La segunda parte aborda la dimensión ética: más del 90% de los españoles mueren de enfermedades ligadas al envejecimiento. Todo lo demás —guerras, terrorismo, cambio climático, homicidios, suicidios, accidentes— no suma ni el 10% de las muertes en España. El envejecimiento no es sólo la mayor causa de muertes en España, y en países avanzados, si no que además causa el mayor sufrimiento a las personas, sus familias y la sociedad en general. Controlar y revertir el envejecimiento es una prioridad científica, pero además es una prioridad ética y social.

El libro ya está en ruso, chino, coreano, japonés y muchos otros idiomas. En Rusia se lo entregué personalmente al vicepresidente; en China fue publicado por el propio gobierno chino; en Corea del Norte circula pirateado en formato digital de la edición oficial de Corea del Sur. Eso demuestra la magnitud del interés global. Y yo dono todas las regalías a la fundación Apadrina la Ciencia, aquí en Madrid, para apoyar a jóvenes investigadores, y a otra fundación pionera de los Estados Unidos en revertir el envejecimiento.

“Estamos muy cerca de revertir el envejecimiento vivir indefinidamente jóvenes. La pregunta ya no es si será posible, sino cuándo.”

Más allá de la ciencia, ¿qué consecuencias sociales y demográficas puede tener detener el envejecimiento?

Son enormes. España ya lleva más de una década con la población nacida en el país disminuyendo, algo que se compensa con inmigración. Italia y Alemania sufren un problema demográfico gravísimo. Rusia, además de tener baja expectativa de vida, pierde población año tras año. Japón ya vende más pañales para adultos que para niños y China podría perder 700 millones de habitantes a final de siglo.

Si no revertimos el envejecimiento, muchas sociedades están en riesgo de colapso. Por eso insisto: la longevidad no es solo un sueño, es una necesidad de supervivencia para la humanidad.

¿Qué papel juega la inteligencia artificial en todo este proceso?

Un papel fundamental. El genoma humano tiene 3.000 millones de pares de bases de nucleótidos: imposible de analizar para una mente humana, pero fácil de analizar por la IA. DeepMind, con AlphaFold, resolvió el problema del plegamiento de proteínas en días, algo que habría requerido millones de tesis doctorales. Por eso Demis Hassabis, CEO de Deep Mind, filial de Google, recibió el Premio Nobel de Química en 2024.

Hoy, empresas como Isomorphic Labs (creada por Demis Hassabis) o la fundación de Mark Zuckerberg y Priscilla Chan trabajan con IA para modelar el cuerpo humano célula por célula, órgano por órgano, enfermedad por enfermedad. Eso nos permitirá comprender y curar todas las enfermedades y acelerar el camino hacia el rejuvenecimiento biológico.

“Vamos a ver más avances en las próximas dos décadas que en los últimos dos mil años. y estamos entre la última generación mortal y la primera inmortal. ¿Dónde quieres estar tú?”