Incendios

Desertificación e incendios ya lastran el crédito: el Banco de España detecta caídas sostenidas y riesgos para la estabilidad financiera

El Banco de España alerta: desertificación e incendios ya impactan el crédito; más aridez recorta financiación y los fuegos hunden ventas y empleo ya

Incendio -  Foto de Protección Civil
photo_camera Incendio - Foto de Protección Civil

La desertificación y la mayor severidad y frecuencia de los incendios forestales se han convertido en dos riesgos climáticos de primer orden para España, con impactos directos sobre la actividad económica y el crédito bancario. Así lo concluyen investigaciones recientes firmadas por Laura Álvarez, Carmen Broto, Olivier Hubert y Sergio Mayordomo, que el Banco de España enmarca en su labor de vigilancia de la estabilidad financiera y de integración de los riesgos climáticos en el análisis del sistema.

Según los autores, las temperaturas medias en España han subido en torno a 2 ºC en los últimos 50 años y los once años más cálidos pertenecen al siglo XXI. En paralelo, el país figura entre los más vulnerables de Europa: casi tres cuartas partes del territorio son tierras áridas propensas a la desertificación, mientras que en 2022 España concentró alrededor del 40% de la superficie quemada de la UE. Ambos riesgos se retroalimentan: suelos más áridos favorecen incendios más intensos y, a su vez, el fuego degrada el terreno y reduce su capacidad de retener agua, acelerando el deterioro ambiental y sus efectos económicos.

Desertificación: menos crédito, pero con retraso

El primer estudio evalúa el impacto de la desertificación sobre el crédito a empresas no financieras mediante datos municipales de la CIRBE (1984-2019) y un índice de aridez propio. El resultado es claro: a mayor aridez, menor crédito, aunque el efecto se materializa de forma gradual.

  • Por cada aumento del 1% en la aridez, el crédito cae un 0,25% entre 8 y 20 años después.

  • El impacto varía por sectores: el agrícola es el más afectado; en cambio, en zonas húmedas el turismo puede ver favorecido el crédito cuando el clima se vuelve algo más seco, por incentivos de inversión y adaptación.

  • El efecto combina canales de demanda (menor valor del colateral frente a inversiones de mitigación) y de oferta (mayor percepción de riesgo por parte de los bancos).

Incendios: golpe a ventas, empleo y financiación

Un segundo trabajo geolocaliza grandes incendios (2004-2017) y empresas para medir su exposición. Las conclusiones apuntan a un deterioro operativo y financiero en el tejido productivo cercano al fuego:

  • Las ventas de las empresas expuestas caen (-7 puntos porcentuales sobre el activo).

  • El empleo también disminuye en comparación con negocios en zonas no afectadas.

  • El crédito recibido se reduce un 6% adicional frente a empresas similares situadas a 20–40 km del siniestro.

La presencia de banca local mitiga estos efectos: conocen mejor el territorio y conservan el flujo de financiación sin aumentar la morosidad, lo que amortigua la pérdida de empleo en áreas afectadas.

Implicaciones para la estabilidad financiera

Los hallazgos confirman que el cambio climático ya está impactando el riesgo de crédito y, por extensión, la estabilidad financiera. El Banco de España subraya la necesidad de:

  • Incorporar los riesgos físicos de largo plazo (p. ej., desertificación) en la planificación del capital y las pruebas de resistencia.

  • Diseñar políticas de adaptación que protejan el valor del colateral y eviten cicatrices de crédito en sectores y comarcas vulnerables.

  • Apoyar el papel de las entidades locales en la canalización de financiación posincendio y en proyectos de resiliencia climática.

En suma, la aridez creciente y los megaincendios no solo amenazan ecosistemas y comunidades, sino que reconfiguran el mapa del riesgo bancario, exigiendo respuestas regulatorias, prudenciales y de política pública para preservar el crédito y el empleo en las zonas más expuestas.