El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha tenido que corregir en apenas un mes los datos del PIB por sectores, modificando las cifras de agricultura, industria, construcción, servicios, sector público e incluso los impuestos. Las rectificaciones, publicadas entre el 29 de julio y el 26 de septiembre, han generado una intensa polémica por su magnitud y por el impacto en la credibilidad de los indicadores oficiales.
El economista y analista José Ramón Riera ha sido uno de los más críticos con la gestión actual del organismo, denunciando lo que califica como “una cadena de errores inaceptable”. En un vídeo difundido en sus redes sociales, Riera afirmó: “El INE se ha equivocado en los 10 sectores económicos y en menos de un mes. Es una vergüenza absoluta”.
Correcciones millonarias y pérdida de confianza
Según los datos revisados por el INE, la agricultura fue el sector con una mayor variación positiva, con un incremento del 10 %, equivalente a más de 1.000 millones de euros de error. Por el contrario, las actividades inmobiliarias sufrieron una caída del 4,4 %, lo que supone casi 2.000 millones menos que la estimación original. También se revisaron a la baja los datos de construcción, industria y servicios financieros, mientras que solo el sector público y las comunicaciones registraron ligeras revisiones al alza.
Para Riera, estas modificaciones suponen una pérdida de rigor estadístico preocupante: “No se puede entender que el Instituto Nacional de Estadística, que era reconocido como uno de los más precisos de Europa, tenga que corregirse a sí mismo en todos los sectores”.
El economista comparó la situación actual con la de organismos públicos que, según él, “han perdido independencia técnica por intereses políticos”. “Desde que llegó Elena Manzanera, el INE no da pie con bola y se autocorrige permanentemente”, denunció.
“Errores que minan la credibilidad de los datos oficiales”
En su intervención, José Ramón Riera cuestionó la capacidad del organismo para ofrecer cifras fiables: “Si el INE necesita rectificarse a sí mismo en todos los sectores, ¿qué fiabilidad tienen las cifras con las que el Gobierno presume de crecimiento?”.
El analista fue más allá al considerar que la revisión simultánea de todos los sectores productivos revela un problema estructural de gestión y control de calidad en los datos oficiales: “Han convertido uno de los organismos más prestigiosos en un laboratorio de errores. Se equivocan en la agricultura, en la banca, en la industria, en el sector público... todo mal calculado, todo al revés”, subrayó.
Entre las rectificaciones más relevantes destacan:
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Agricultura: +10 % (de 10.000 a 11.000 millones, error de 1.000 millones).
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Actividades inmobiliarias: –4,4 % (–2.000 millones).
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Construcción: –400 millones.
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Actividades financieras: –800 millones.
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Administraciones públicas: +770 millones.
Reclamo de transparencia y rigor estadístico
Riera también instó a una revisión independiente de los procedimientos del INE, al afirmar que “no se trata de simples ajustes técnicos, sino de errores graves que comprometen la credibilidad internacional de España”.
El economista lamentó que una institución “que antes era ejemplo de profesionalidad y precisión” esté, según sus palabras, “dejando su reputación a la altura del betún”. Además, denunció la falta de explicaciones detalladas sobre los motivos técnicos detrás de las correcciones: “O nos dicen qué ha fallado o nadie creerá en las cifras del PIB”.
Por su parte, fuentes del sector económico consultadas insisten en que las revisiones estadísticas son habituales en los organismos nacionales, aunque reconocen que el alcance de las últimas correcciones “es excepcional” y que el INE debería reforzar su comunicación para evitar la sensación de opacidad y desconfianza.
El debate sobre la independencia del INE
Las críticas de Riera se suman a las que ya habían surgido tras la polémica renovación de la presidencia del organismo en 2022. Desde entonces, varios economistas y exdirectivos del INE han advertido de una posible erosión de su autonomía técnica y de presiones políticas en la elaboración de los indicadores macroeconómicos.
“Lo que está pasando con el INE es una tezanización de los datos: manipulación, errores y pérdida de credibilidad”, sentenció Riera, en referencia al presidente del CIS, José Félix Tezanos.
El economista concluyó su análisis con un mensaje contundente: “Una institución estadística no puede ser un instrumento político. Si el INE pierde su independencia, pierde su razón de ser”.