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La agonía de los autónomos y pymes: desaparecen más de 15.000 pequeñas empresas en solo nueve meses

En menos de un año, más de 15.000 microempresas han cerrado en España, dejando tras de sí casi 60.000 empleos destruidos. Los expertos alertan de un colapso silencioso del tejido productivo

Autónomos - Comunidad de Madrid
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La crisis silenciosa de los autónomos y las pymes se agrava en España. En apenas nueve meses, entre diciembre de 2024 y septiembre de 2025, han desaparecido 15.359 micro y pequeñas empresas, lo que equivale a 59.285 puestos de trabajo perdidos, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. El deterioro golpea el corazón del tejido productivo español: las microempresas, que representan el 85% de todas las empresas del país.

Un tejido empresarial que se desangra

El segmento más castigado es el de las empresas con entre 3 y 9 trabajadores, donde la destrucción supera el 2%. Los cierres afectan a negocios familiares, comercios locales y autónomos societarios que no han podido soportar el aumento de costes. “Nos estamos cargando el corazón de la economía española: las pequeñas empresas que levantan la persiana cada día”, advierte el economista José Ramón Riera, que denuncia una política económica “asfixiante” para quienes sostienen el empleo real.

Según Riera, “los autónomos están cayendo como moscas” debido a la subida del salario mínimo, el incremento de las cotizaciones sociales, el encarecimiento de la energía y el aumento de los tipos de interés. “Se les exige más, pero se les da menos margen para sobrevivir”, afirma.

Los costes disparan los cierres

De las más de 15.000 empresas desaparecidas, 4.900 tenían menos de dos trabajadores, 6.984 contaban con entre 3 y 5 empleados y 3.474 empleaban entre 6 y 9 personas. Cada una de ellas representaba una fuente de ingresos, cotizaciones y dinamismo económico que hoy se ha perdido.

Los expertos explican que, al no poder trasladar completamente los aumentos de costes a los precios finales, muchas empresas se ven obligadas a cerrar. “El coste laboral y fiscal se ha disparado un 50% en algunos casos, y eso ha hecho inviable la continuidad de miles de negocios”, apunta Riera.

La otra cara de la afiliación récord

Aunque el Gobierno presume de cifras históricas de afiliación, los economistas advierten de que se trata de un espejismo. “Se está destruyendo el tejido productivo por la base. Las grandes cifras ocultan la desaparición de los que de verdad sostienen la economía real: los autónomos y las microempresas”, explica Riera.

Los cierres no solo destruyen empleo inmediato, sino que también tienen efectos estructurales. “Una empresa que muere tarda años en ser reemplazada por otra de igual tamaño. Algunas nunca vuelven. Es una herida profunda en la economía local”, alerta el experto.

El día a día imposible del autónomo

Riera pone un ejemplo claro: un autónomo que ingresa 36.000 euros al año puede llegar a pagar más de 15.000 euros en impuestos y cotizaciones. A eso hay que sumar alquileres, suministros, transporte y gastos de trabajo, lo que deja “una renta neta anual de apenas 8.000 euros para vivir”. “Es indecente que se siga diciendo que deben pagar más. Nos están robando el esfuerzo”, denuncia con dureza.

Llamamiento a un cambio de rumbo

Los expertos y colectivos empresariales piden una reforma urgente del modelo fiscal y laboral que permita aliviar la presión sobre los autónomos. Reclaman menos trabas burocráticas, incentivos al empleo y una estrategia real de apoyo al emprendimiento.

Si los autónomos caen, cae el país. Sin ellos, no hay economía que aguante”, sentencia Riera. La advertencia es clara: España no puede permitirse seguir perdiendo a quienes sostienen su tejido económico desde la base.