El Osorio y el Madroño

El Café de Lyon convertido en pub irlandés

A comienzos de este siglo, el Café de Lyon, escenario de innumerables tertulias literarias a las que acudían Lorca, Valle-Inclán, Bergamín, Alberti, Cela, Dalí… fue transformado en “The James Joyce Irish Pub”

El Nuevo Café de Lyon fue fundado en 1931 en la calle de Acalá, 59. En ese quinquenio prodigioso para la cultura española (1931-1936), se daban cita en sus tertulias Federico García Lorca, Pablo Neruda, Ramón del Valle-Inclán, José Bergamín, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Luis Cernuda, Gerardo Diego…Tras la guerra civil, acudían al café los miembros de la Generación del 36, dirigidos por José María de Cossío y Manuel Machado, entre ellos Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo, Luis Rosales, Federico Sopeña…También venían pintores, como Salvador Dalí e Ignacio Zuloaga. Incluso hubo tertulias de profesores, científicas, y políticas, como la de los falangistas, en el sótano del local, bautizado como “la ballena alegre”. 

El Café de Lyon
El Café de Lyon

A mediados del siglo XX era habitual la presencia de Camilo José Cela y de los escritores de la Generación del 50, como Ignacio Aldecoa, Rafael Sánchez Ferlosio o Alfonso Sastre. Todavía en los años ochenta, cuando se convirtió en mi café favorito, existían diversos talleres de poesía y tertulias literarias. El café cerró en 1993. Su saloncito del número 57 de la calle (que anteriormente se comunicaba con el gran salón del número 59 a través de un pasillo) fue engullido por un restaurante de la cadena VIPS, y el gran salón fue transformado en un pub irlandés. En cuanto al sótano, decorado con murales de Hidalgo de Caviedes, y conocido como “la ballena alegre” es hoy un almacén del bar irlandés, aunque las pinturas siguen ahí. 

Imagine el lector que un empresario hostelero español se instala en Dublín. Suponga usted que allá en Dublín existiera un café histórico, de tipo literario, en el cual se reunían en su tiempo los mejores escritores irlandeses: James Joyce, Oscar Wilde, Jonathan Swift, William Yeats, Samuel Beckett, Bram Stoker y Elizabeth Bowen. Ni corto ni perezoso, el empresario español compra ese café y lo convierte en un bar de tapas a la española, le pone de nombre “Valle-Inclán tapas-bar” y lo decora con carteles de flamenco y toros, y con retratos de los mejores escritores españoles. ¿Cómo cree usted que se sentirían los irlandeses, tan apegados a sus costumbres y tradiciones? Pues bien, eso mismo, a la inversa, es lo que ha sucedido en Madrid. “The James Joyce Irish Pub” tiene en su fachada los retratos de los grandes escritores irlandeses. Es verdad que en el interior hay dos pequeños retratos de Cela y Dalí, pero todo en el local recuerda a Irlanda. ¿Usted cree que se ha alzado alguna voz cuestionando este cambiazo? Yo hasta la fecha no he oído ninguna, pero si le sirve, aquí tiene la mía. 

The James Joyce Irish Pub.
The James Joyce Irish Pub.

Hoy por hoy, en “The James Joyce” sería imposible hacer una tertulia. El estruendo provocado por su animada concurrencia, ahíta de cervezas irlandesas servidas en vasos de medio litro, y el volumen ensordecedor de la música o de las retransmisiones deportivas, no nos lo ponen fácil. 

¿Y el Ayuntamiento de Madrid? ¿Tiene algo que decir al respecto? Veamos lo que pone en la página web municipal “Turismo Madrid” sobre este local. De entrada, ninguna mención a su historia literaria. Esto es lo que pone: 

“Un auténtico pub irlandés. Lugar ideal para comer o beber mientras se ven deportes en el centro de Madrid. Especialidades irlandesas y una amplia carta de cervezas. Durante toda la semana emiten en sus múltiples televisores todo tipo de eventos deportivos. Además, muchos días se puede disfrutar de música en directo y fiestas con motivo de alguna celebración, como por ejemplo Sant Patrick's”

Pues nada, ¡Que viva y que beba San Patricio!