TUCÁN. Semilla del hombre del Orinoco

Gustavo Torres Herrera, escritor sogamoseño de corazón llanero, actual director de la Academia Boyacense de la Lengua, acaba de publicar con el sello editorial de la Universidad la Gran Colombia, la novela Tucán. Semilla del hombre del Orinoco. La obra consta de veinticuatro partes, introducidas con su agradecimiento a Fabio Barrera Téllez, quien ilustró esta obra y diseñó su carátula. Tiene la presentación de Marco Tulio Calderón Peñalosa, rector de dicha universidad, y prólogo de Bogdan Piotrowski, coordinador de la Comisión de Literatura de la Academia Colombiana de la Lengua.

Preliminares que nos adentran en los viajes de Colón al Nuevo Mundo en busca de rutas comerciales y de <<El Dorado>>, pero se detiene en uno de ellos y sus viajeros, cuando un polizón europeo es descubierto y sometido a oficios varios en la barca, quien por su gallardía, astucia e ingenio logra todo lo que se propone, desencadenando un romance con una hermosa nativa que conoce en un ritual. Ella estaba destinada a ser la esposa del hijo del cacique y por amor sufre el rechazo de su tribu, el fruto de ese amor, que lleva la mancha que identifica su tronco familiar, da origen a una nueva raza y a la intriga familiar.

Los expedicionarios, en su periplo por América, encuentran el Orinoco del que quedan encantados por su majestuosidad y belleza, el que alberga en sus orillas algunas tribus que les permiten conocer y participar de su modo de vida.

Aquel hombre, que sembró su semilla sin violencia en una bella indígena, es un visionario en los negocios vacunos, obtiene reconocimiento de los encomenderos y la aceptación del gobernador español para desposar a su hija, esta contrata para sus servicios domésticos a la bella indígena que vivió un momento de pasión con el europeo y que pretende eternizarlo, pero sin fortuna. Asediada por otros viajeros, decide unirse con el indígena que siempre la apoyó.

Pasan lunas, llegan los hijos y crece la familia; y el joven, criado en ausencia de su padre, por casualidad debe acompañarlo en la vejez y convalecencia, con quien sostiene conversaciones y enseñanzas sobre sus travesías marítimas. Y en las noches bajo el candil narra sus sueños y deseos. 

El autor hace un alto para comentar la visión comercial del mestizo, la importancia de los quipus y los chasquis, además, da vida a los fenómenos naturales para describir el Orinoco y sus afluentes dando razón de sus colores y de la travesía en curiara por ese río,  para continuar con el recuerdo del tormento de Crisóstomo, su infidelidad, y la suerte de un impostor. 

El lector encontrará como colofón las enseñanzas del mestizo y un diálogo entre las emociones para recordar el llano y sus gentes.

Gustavo Torres Herrera describe poética y profundamente a los personajes y su entorno, fusionando realidad, amor, historia y ficción, lo que hace a esta obra original.