El Dr. Luis Raúl González Pérez es egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México; tiene estudios de Posgrado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España. Es autor de tres libros y coautor de cuatro y ha escrito múltiples artículos para diversas revistas especializadas y obras colectivas. Ha impartido conferencias en diferentes universidades e instituciones del país y el extranjero. Fue Abogado General, Secretario Administrativo, Director General de Personal y Titular de Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM. Colaboró como Visitador General, Secretario Técnico y Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Es miembro de diversas organizaciones académicas y miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de México. Es presidente del Consejo Asesor Jurídico de la Academia Mexicana de la Comunicación. Es profesor en la Licenciatura y en el Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM. Actualmente es Presidente del Club Universidad Nacional.
Doctor, ¿cómo recuerda sus primeros días como estudiante en la Facultad de Derecho de la UNAM y qué significaron para usted en su formación personal y profesional?
Los recuerdos son de haber tenido una gran ilusión por iniciar la carrera que había elegido y sobre todo en la aspiración de muchas y muchos jóvenes de que fuese en la Ciudad Universitaria, además es un salto cualitativo, pasar del bachillerato, que por fortuna cursé también en mi querida Universidad en la Preparatoria Erasmo Castellanos Quinto, Plantel No. 2. Fue el comienzo de sentir mayor libertad, pero también mayor responsabilidad; fue maravilloso encontrarme con una institución educativa que aportaba a sus estudiantes no solo la formación en este caso de abogado, sino que le facilitaba incursionar, como parte de su esencia, en actividades culturales y deportivas.
La facultad de Derecho significó el fortalecimiento de amistades de quienes desde el bachillerato pasamos a la Facultad de Derecho y fue también el nacimiento de nuevas amistades y ese crisol plural y diverso que significa la universidad posibilitó que en esos espacios se viviera el principio que anima a los derechos humanos de igualdad de las personas, pues ahí la convivencia era solo el interés común de querer ser profesionistas y no características socioeconómicas.
¿Qué maestros o experiencias marcaron de manera decisiva su vocación dentro del ámbito jurídico y académico?
Agradezco la pregunta, pues me permite rememorar las grandes figuras que no solamente me aportaron conocimientos, sino, que fueron grandes maestros, y esta palabra la resalto Maestros con M mayúscula, porque no solo lo fueron en la cátedra, alguno de ellos, también fueron maestros para la vida profesional y con los que además me brindaron la confianza de su amistad. Destaco en primer término a Jorge Carpizo que no necesito decir mucho de él porqué fue un jurista de talla internacional representó al país en diversas responsabilidades, así como Rector de nuestra máxima casa de estudios, pero sobre todo fue el guía de muchas y muchos jóvenes para nuestro crecimiento académico y profesional, significó y significa el impulso, el estímulo y ejemplo para buscar ser en lo personal y en lo profesional una persona con vocación social.
Otro Maestro que debo mencionar, sin dejar de reconocer que todos quienes me impartieron cátedra contribuyeron en mi formación, es el Maestro (desde luego que tenía grado de Doctor), pero así nos referíamos por el respeto que también le teníamos Don Héctor Fix Zamudio.
Jorge Madrazo, que si bien solo tomé clase cuando suplía las ausencias de Jorge Carpizo recibí de él muchos consejos académicos y profesionales y de quien admiró su preocupación y ocupación en favor de los conacionales en USA.
No puedo dejar de resaltar a quien desde su vocación de médico ha permeado e incidido profesionalmente en mi desempeño como servidor público, José Narro, cuya sensibilidad política es una de sus mayores cualidades.
En cuanto a experiencias que marcaron de manera decisiva mi paso por la Facultad de Derecho y por la Universidad en sí misma fue la beca que el maestro Jorge Carpizo a nombre de la Universidad Nacional me otorgó, pues aunque simbólica me permitió satisfacer necesidades mínimas.
¿De qué manera la vida universitaria en la UNAM lo ayudó a definir su compromiso con los derechos humanos y la justicia social? ¿Cómo se fue gestando en usted el interés por la docencia y la investigación, que hoy también forman parte de su trayectoria?
Ser becario de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional e interactuar como tutor académico con Jorge Carpizo y coadyuvar con él en algunos tópicos de sus investigaciones, que incluso el reconoce dichas colaboraciones haciendo las citas respectivas en un texto clásico publicado en 1978 , cuya tesis sigue siendo vigente del Presidencialismo Mexicano.
Continuar colaborando posteriormente en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM e interactuar con los grandes juristas y académicos que hacían ahí sus investigaciones, permearon mi vocación en el ámbito jurídico, que quien pasa por la Universidad Nacional adquiere ese compromiso social que plantea en su pregunta.
Los derechos humanos era tema obligado de análisis e investigación en el Instituto de Investigaciones Jurídicas y por eso siendo Rector Jorge Carpizo impulsó la Defensoría de los Derechos Universitario y posteriormente desde la Universidad él, Jorge Madrazo y Héctor Fix Zamudio , impulsaron la creación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de ahí mi interés por los mismos y mi paso por casi todas las estructuras de esta institución, fue lo que me impulsó a ejercer la defensa de la dignidad humana, y la vida me honró en una de mis aspiraciones al ser designado Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos
¿Qué papel jugó la UNAM en abrirle las puertas a escenarios internacionales, como sus estudios de posgrado en España?
Mi trayectoria en la Universidad Autónoma de México y el interés del crecimiento académico motivaron mi aspiración de alcanzar otros grados académicos, y estando en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se dieron las condiciones de un convenio con la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España para cursar los estudios de posgrado y sobre todo poderlo hacerlo en el tema de los Derechos Humanos
Ahora que ha sido designado presidente de la Junta Directiva del Club Universidad A.C., ¿cómo imagina que su formación universitaria y su experiencia previa le ayudarán a consolidar este nuevo reto?
La experiencia de 46 años de servicios en toda mi trayectoria profesional tanto administrativa, académica como jurídica posibilitaron también otra de mis aspiraciones, que era volver a pertenecer a la directiva del Club Universidad Nacional, pues en 1988 ya había formado parte de su Junta Directiva, además de haber ejercido el deporte del fútbol soccer, si bien, como decimos, de futbol “llanero” es decir, en los barrios y siendo aficionado permanente en los partidos de este gran equipo de los Pumas, equipo con historia y representativo de los valores que encarna la Universidad Nacional motivaron ese interés y por esto pienso, no sin agradecer a los Rectores Enrique Graue y Leonardo Lomelí haber tenido la confianza de postularme par presidir los esfuerzos de esta entidad deportiva basados en mi identidad universitaria y repito en la trayectoria profesional, que conocer las entrañas de la UNAM por mi desempeño en diversas altas responsabilidades como conocer también el club, permean para buscar brindar lo mejor de mis capacidades en favor de este Club maravilloso. Los Pumas de la UNAM.