Queridos lectores una entrega más de nuestra columna “Recomendados” que esperamos os guste e inspire.
Una descripción y cata artística inédita hecha por el Perfume del Vino
En Villanueva de Alcardete, un encantador pueblo de apenas 3.000 habitantes en el corazón de Castilla-La Mancha, las familias se unen por el campo y por una tradición vinícola profundamente arraigada. Esta región alberga el viñedo más grande del mundo, un vasto mar de cepas que se extiende por el paisaje manchego, del que Villanueva forma parte con orgullo y dedicación.
Desde 1972, Bodegas Alcardet ha sido un pilar fundamental en esta tradición.
Fundada como una cooperativa familiar, (actualmente la forman unas 600 familias) ha evolucionado hasta convertirse en un referente de vinos de alta calidad, pionera en cultivos ecológicos y en la elaboración de espumosos bajo su propia denominación: los vinos Cueva (alcardet.com).
Aquí, el vino se vive al aire libre, entre viñas y caminos donde todavía resuenan juegos tradicionales como el Caliche, que mantienen viva la esencia del pueblo. El enoturismo se convierte en una experiencia auténtica: compartir, aprender y disfrutar rodeados de naturaleza, historia y cultura local. La parroquia del pueblo, imponente y cercana, acompaña con su presencia el latido de una comunidad que celebra su identidad a través del vino.
La gastronomía local es otro de los grandes tesoros de Villanueva de Alcardete. Platos como las gachas, el pisto manchego, las migas ruleras o el cordero en caldereta hablan del alma rural del lugar. Dulces tradicionales como los rosquillos de sartén o los mantecados se elaboran aún como antaño, con recetas que pasan de generación en generación.
Además, el chef Alberto, al frente del restaurante La Gamelia, junto a su equipo, trabaja la cocina local con una mirada contemporánea, uniendo tradición e innovación para reinterpretar los sabores de siempre con técnicas actuales, elevando así la identidad culinaria del pueblo a una experiencia memorable.
Cada bocado, como cada copa de vino, cuenta una historia de campo, de esfuerzo y de identidad.
Los vinos de Bodegas Alcardet exhiben con elegancia la molécula hexanal, un compuesto aromático que aporta notas frescas, herbáceas y de manzana verde, reflejo del carácter vibrante y auténtico de su entorno. Esta presencia no solo revela el perfil varietal y las prácticas enológicas de la bodega, sino que también dialoga con la gastronomía local, donde la frescura, la tradición y la naturalidad son protagonistas. Así, en Villanueva de Alcardete, el vino y la cocina comparten una misma esencia: la de una tierra viva, cuidada por generaciones, que se expresa tanto en la copa como en el plato.
1. Hoy destacamos su Espumoso Cueva Real Gana Variedad Airén y ecológico con 18 meses de afinamiento

2. Y su tinto Cepas Viejas elaborado con dos variedades autóctonas rescatadas que aportan aún más identidad a este tinto variedad 70% Moravia y 30% Tinto Velasco

Y si unimos molécula hexanal, frescura, tradición, tierra viva, autenticidad, unión entre vino y gastronomía, evoca la obra "La vendimia" de Francisco de Goya
Villanueva de Alcardete no es solo una parada en la ruta del vino: es un encuentro con el alma de Castilla-La Mancha.