La caída masiva del suministro eléctrico registrada este lunes provocó una interrupción total del servicio ferroviario de Metro de Madrid, dejando paralizada toda la red desde aproximadamente las 12:30 horas.
La incidencia obligó a desalojar con éxito a más de 150.000 viajeros que se encontraban en ese momento dentro de las instalaciones, una operación compleja que se resolvió sin asistencia sanitaria gracias a la eficacia del personal técnico y operativo.
Una infraestructura crítica colapsada por el apagón
Metro de Madrid, considerada una infraestructura crítica por su papel en la movilidad diaria de la región —con más de 2,5 millones de usuarios al día—, opera en una red de 303 estaciones, 562 ascensores y 1.709 escaleras mecánicas, todas ellas alimentadas exclusivamente por energía eléctrica. La falta de suministro tuvo un impacto inmediato y total.
En el momento del apagón, 230 trenes se encontraban en circulación, de los cuales 186 quedaron detenidos en estaciones y 44 en túneles. La prioridad fue la evacuación segura de los pasajeros, una tarea que se completó con éxito a lo largo del día.
Evacuaciones y rescates sin incidentes
Durante la emergencia, se produjeron atrapamientos en 15 ascensores, que fueron resueltos manualmente por el personal de Metro, en ocasiones con apoyo de los Bomberos de Madrid. No se registraron heridos ni incidentes graves.
Desde el Puesto de Mando de Alto del Arenal, se coordinó la operación de respuesta con la participación de más de 75 mandos intermedios, 200 maquinistas, equipos de mantenimiento y personal de seguridad que trabajaron sin descanso durante la tarde y la noche.
Un esfuerzo humano extraordinario
La Comunidad de Madrid ha querido destacar la profesionalidad del equipo humano del suburbano madrileño. Su actuación fue fundamental para contener los efectos del apagón y comenzar a preparar la recuperación del servicio, que empezó a restablecerse gradualmente durante la mañana de este martes.
Metro de Madrid continúa siendo una de las redes más grandes y modernas de Europa, y su gestión de esta crisis eléctrica refuerza su compromiso con la seguridad y la movilidad de los madrileños.