Trump arremete contra España por su gasto en defensa en la OTAN y amenaza con "hacerle pagar el doble" mediante un acuerdo comercial

El presidente de Estados Unidos critica la negativa del Gobierno español a aumentar su presupuesto militar al 5% del PIB y advierte de represalias económicas

Donald Trump este miércoles en La Haya junto al canciller alemán, Friedrich Merz | Foto de la OTAN
photo_camera Donald Trump este miércoles en La Haya junto al canciller alemán, Friedrich Merz | Foto de la OTAN

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado duras críticas contra la posición de España en la OTAN, a la que ha acusado de ser el único país aliado que “se niega a pagar” el gasto en defensa en los términos exigidos. Según Trump, el rechazo del Gobierno español a alcanzar el 5% del PIB en inversiones militares constituye una “falta de compromiso” con la seguridad colectiva de la Alianza, motivo por el cual ha advertido que España "pagará el doble" a través de un acuerdo comercial con su país.

Durante su comparecencia en rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN en La Haya, el mandatario estadounidense lamentó que, frente al compromiso del resto de los 32 aliados, España haya optado por mantener su objetivo de gasto en el 2,1% del PIB, dentro del marco consensuado pero muy por debajo del umbral que Trump lleva años exigiendo como mínimo.

España es el único país de todos los demás que se niega a pagar. Es tremendo lo que han hecho, de verdad. Van por libre y eso no lo voy a permitir”, afirmó Trump con contundencia.

Advertencia de represalia comercial

En una línea habitual de su discurso, el presidente norteamericano vinculó la contribución militar con el comercio internacional, anunciando que utilizará las negociaciones económicas como mecanismo de presión:

“¿Saben qué vamos a hacer? Vamos a negociar un acuerdo comercial con España y vamos a hacer que paguen el doble. Porque no es justo para el resto de los países que están cumpliendo”, insistió.

Trump subrayó que, pese a su respeto y afecto por el país —“Me gusta España, es un gran lugar con grandes personas”—, no está dispuesto a tolerar “injusticias” en el reparto del gasto militar común, especialmente cuando, según él, “la economía española va muy bien y podrían hacer mucho más”.

Contexto de tensión dentro de la Alianza

La exigencia de Trump de elevar el gasto hasta el 5% del PIB ha causado malestar entre varios aliados, ya que supera ampliamente el compromiso actual de la OTAN, que fija en el 2% el objetivo mínimo acordado. En ese sentido, la posición española, compartida de forma discreta por varios miembros europeos, se ha mantenido firme en aumentar gradualmente hasta el 2,1%, sin asumir la presión de la nueva meta unilateral promovida por Washington.

El presidente estadounidense ya protagonizó tensiones similares en su anterior mandato, en el que acusó repetidamente a varios países europeos de no contribuir suficientemente al esfuerzo colectivo de defensa. Su regreso al poder ha reactivado estas fricciones, ahora en un escenario internacional marcado por la guerra en Ucrania y los temores a nuevas amenazas globales.

Reacciones en España

Por el momento, el Gobierno español no ha respondido oficialmente a las declaraciones de Trump, aunque fuentes diplomáticas aseguran que se trata de una “presión esperada” dentro del marco negociador y que España no modificará sus compromisos actuales con la OTAN, ratificados recientemente en el Consejo de Ministros.

Expertos en relaciones internacionales advierten de que una eventual penalización comercial podría tensar las relaciones bilaterales entre Madrid y Washington, especialmente en sectores como el vino, el aceite de oliva, el turismo o el sector tecnológico, donde los acuerdos entre ambos países han sido tradicionalmente sólidos.

La posibilidad de un “castigo económico” a un socio de la OTAN por decisiones internas sobre gasto militar representa, en opinión de algunos analistas, una forma de presión diplomática sin precedentes dentro del marco de cooperación atlántica.

Mientras tanto, Trump continúa usando el escenario internacional como plataforma para consolidar su liderazgo ante las elecciones de 2026, posicionándose como un líder fuerte y exigente en materia de seguridad y defensa, aunque a costa de deteriorar el clima diplomático con algunos de sus socios tradicionales.