Defensa

La secretaria de Estado de Defensa defiende el Plan Industrial y Tecnológico como clave para la soberanía y el empleo

María Amparo Valcarce presenta el ambicioso plan con una inversión récord de 4.710 millones de euros en 2025, destacando su impacto en la industria nacional, la innovación y la cohesión territorial

María Amparo Valcarce - Nueva Economía Fórum
photo_camera María Amparo Valcarce - Nueva Economia Forum

La secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce, ha detallado este viernes durante el foro NEF Online los pilares y objetivos del nuevo Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, una iniciativa del Gobierno de España que representa una inversión sin precedentes de 4.710 millones de euros en el ejercicio 2025.

Este plan, anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no solo busca modernizar las capacidades de las Fuerzas Armadas, sino también impulsar la industria nacional, la innovación tecnológica y la creación de empleo altamente cualificado. Para Valcarce, se trata de un proyecto “estratégico” que refuerza la soberanía tecnológica y la autonomía estratégica de España, al tiempo que promueve la cohesión territorial y el desarrollo económico.

31 programas estratégicos con impacto nacional

El plan contempla 31 Programas Especiales de Modernización, que han sido definidos tras un año de trabajo conjunto entre los ministerios implicados, la industria y el sistema de ciencia y tecnología. Estos programas responden no solo a necesidades operativas de las Fuerzas Armadas, sino también al potencial del tejido productivo nacional.

Entre los proyectos destacados se encuentran:

  • La modernización de las fragatas F-100 en Ferrol,

  • El plan de helicópteros con epicentro en Albacete,

  • El desarrollo del vehículo de apoyo al combate (BAC) en Asturias,

  • La construcción del sistema antimisiles Patriot y su ampliación,

  • Y el despliegue de sistemas de ciberseguridad y ciberdefensa, definidos como transversales y prioritarios.

Un modelo basado en retorno social y vertebración territorial

Valcarce ha reiterado que ocho de cada diez euros del plan se ejecutarán en España, y tres de cada diez se destinarán directamente a I+D+i. Asimismo, ha subrayado que se trata de una inversión “inteligente”, pensada para generar empleo, riqueza y cohesión territorial, con un impacto estimado de entre el 0,4% y el 0,7% del PIB nacional.

Se espera la creación de más de 92.000 empleos directos e indirectos, con una distribución equitativa por todo el país. Regiones como Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Asturias, Andalucía y Castilla y León verán reforzadas sus capacidades productivas gracias a la instalación de centros tecnológicos, nuevos programas estratégicos y apoyo a las PyMEs y startups del sector.

Gobernanza, evaluación y financiación sostenible

La ejecución del plan estará regida por una estructura de gobernanza con representación interministerial, empresarial, científica y social, además de un consejo asesor que garantizará la transparencia, evaluación y participación del sistema de innovación.

La secretaria de Estado ha asegurado que el plan no supondrá un aumento de impuestos, ni incrementará la deuda pública, ni comprometerá el gasto social, ya que se financiará a través de la reasignación de partidas no ejecutadas y fondos europeos del PRTR.

Compromiso con Europa, la OTAN y la autonomía tecnológica

Valcarce ha defendido que el plan permitirá a España cumplir sus compromisos internacionales con la OTAN y la UE, posicionándose como un país “de alta fiabilidad” dentro de la Alianza Atlántica y como un actor clave en proyectos europeos como el EFCAS (futuro sistema de combate aéreo europeo), el Eurodrone o el futuro carro de combate europeo.

Ha recalcado, además, que la autonomía estratégica y la soberanía tecnológica son ejes prioritarios del programa, con una clara apuesta por la industria europea frente a dependencias externas, como las existentes con tecnologías de origen israelí, de las cuales España busca progresivamente desconectarse tecnológicamente.

Defensa del bienestar y las libertades

Durante su intervención, Valcarce ha subrayado que la seguridad y la defensa son condiciones necesarias para garantizar el bienestar y las libertades democráticas, rechazando modelos autoritarios que sacrifican derechos en nombre de la estabilidad.

“El Estado del bienestar no puede sostenerse donde no hay paz ni seguridad”, ha declarado, reafirmando que este plan no compite con el gasto social, sino que lo fortalece a través del crecimiento económico que genera.

Apoyo unánime de la industria

Representantes de empresas tractoras como SAPA, Santa Bárbara, Indra, Oesia y Navantia han respaldado públicamente el plan, comprometiéndose a ejercer como motores de innovación y vertebración del territorio. La creación de alianzas industriales nacionales y europeas será clave para acceder a los nuevos fondos comunitarios y competir en los futuros programas conjuntos de defensa europeos.

Misiones de paz y compromiso internacional

Valcarce también ha reiterado el compromiso de España con las misiones internacionales de mantenimiento de la paz, en las que participa actualmente en 16 operaciones bajo el amparo de la ONU, la UE y la OTAN. Ha destacado el prestigio internacional de las Fuerzas Armadas españolas en este ámbito y la necesidad de mantener su capacidad operativa reforzando la inversión en modernización.

El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa representa, en palabras de Valcarce, una “apuesta de país” por un modelo económico más innovador, equitativo y seguro, que refuerce la soberanía tecnológica de España sin renunciar al compromiso democrático, social y europeo. “Es un plan del Gobierno de España para el futuro de todos los españoles”, concluyó.