Los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, a instancias de la Policía Nacional y por orden judicial, retiraron en la madrugada del lunes al martes una lona desplegada por la organización ultraconservadora Hazte Oír en un edificio situado frente al Congreso de los Diputados, en pleno centro de la capital. La retirada se produjo sobre las 00:50 horas, tras varias horas de presencia policial y una creciente expectación mediática y ciudadana.
La lona, contratada por un mes, presentaba una imagen manipulada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, representado con estética inspirada en Vito Corleone, el personaje de El Padrino, acompañado de una rosa roja quemada sobre el traje y el rótulo “Corrupto” en grandes letras. En el cartel se mencionaban además varios escándalos recientes relacionados con el entorno del PSOE, como el “caso Koldo/Ábalos”, el “caso Begoña”, el “caso del hermano” o el de la Fiscalía General del Estado, todos agrupados bajo la etiqueta “caso PSOE”. También incluía un código QR que dirigía a la web elcapo.org, una plataforma activada por Hazte Oír para denunciar estas cuestiones.
Protesta política con respuesta judicial
La organización había desplegado la pancarta en la mañana del lunes, en la fachada del número 44 de la Carrera de San Jerónimo, esquina con Santa Catalina, aprovechando las obras del edificio. Pocas horas después, dotaciones de la Policía Nacional acudieron al lugar para realizar una inspección, lo que hacía prever una posible intervención oficial, que finalmente se produjo a última hora de la noche.
Hazte Oír denunció la actuación policial a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), asegurando que la zona fue vallada por las Unidades de Intervención Policial (UIP) y que su abogado, Javier María Pérez Roldán, fue “expulsado” del perímetro. El presidente de la entidad, Ignacio Arsuaga, se desplazó personalmente hasta el lugar para apoyar a los suyos, acompañado por varios simpatizantes.
La organización denunció lo sucedido como un “atropello” a la libertad de expresión, afirmando que la lona buscaba “exigir responsabilidad política” y que el Congreso era “el lugar más apropiado para alzar la voz frente a los políticos”.
Reacciones políticas y antecedentes
Desde el PSOE, la acción fue calificada de “difamatoria” y anunciaron que ya se ha presentado una denuncia contra Hazte Oír por los mensajes vertidos en la lona, que incluían acusaciones graves sin sentencia judicial. El partido ha calificado este tipo de iniciativas como un “linchamiento político y mediático” intolerable en democracia.
No es la primera vez que Hazte Oír protagoniza una campaña polémica de gran visibilidad. En 2017, su autobús con mensajes tránsfobos fue inmovilizado en varias ciudades por vulnerar derechos fundamentales, generando una oleada de críticas y denuncias desde distintas instancias sociales y políticas.
Debate sobre los límites de la libertad de expresión
Este nuevo episodio vuelve a abrir el debate sobre los límites entre la libertad de expresión y el respeto a los derechos fundamentales en el espacio público. Mientras la organización denuncia censura gubernamental, desde el entorno socialista se insiste en que se ha actuado en defensa del honor y la legalidad, con base en un auto judicial firme.
La retirada de la lona ha provocado una amplia repercusión mediática y política, avivando la polarización y la confrontación entre quienes defienden el derecho a la crítica más dura y quienes apelan al respeto institucional y a los cauces legales.