Madrid continúa mostrando signos de recuperación demográfica. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este miércoles, la Comunidad de Madrid ha experimentado un aumento del 3,97 % en los nacimientos durante el mes de abril, alcanzando un total de 4.383 alumbramientos, frente a los 4.215 registrados en el mismo mes del año anterior.
Este crecimiento sitúa a la región madrileña a la cabeza del conjunto nacional, que solo ha registrado un incremento medio del 0,96 % en el mismo periodo, con 26.139 nacimientos en total. El dato es especialmente relevante en un contexto generalizado de envejecimiento poblacional y descenso sostenido de la natalidad en España durante la última década.
Predominan las madres entre los 30 y los 39 años
El análisis por rangos de edad muestra que la mayoría de los nacimientos en Madrid se concentran en mujeres de entre 30 y 39 años, que acumulan 2.913 partos en lo que va de año. Les siguen las madres de 20 a 29 años, con 924 nacimientos, mientras que el tramo de 40 a 49 años ha registrado 491 alumbramientos.
Llamativamente, las estadísticas también reflejan 50 nacimientos en madres adolescentes (de 15 a 19 años), 4 casos de madres mayores de 50 y un único nacimiento de una madre menor de 15 años, lo que pone de manifiesto la diversidad del perfil materno actual en la Comunidad.
Ligero aumento de la mortalidad en lo que va de 2025
En paralelo al repunte de nacimientos, el INE ha registrado también un aumento del 1,04 % en la mortalidad en la Comunidad de Madrid hasta el pasado 1 de junio. En total, se han producido 21.889 defunciones desde el inicio del año, distribuidas entre 10.511 hombres y 11.379 mujeres.
Durante la semana del 26 de mayo al 1 de junio, la región contabilizó 988 fallecimientos, frente a los 8.139 registrados en todo el país. A nivel nacional, el incremento acumulado de muertes se sitúa en el 1,33 %, alcanzando los 198.049 decesos desde enero.
Madrid, una excepción en el contexto nacional
Estos datos confirman la posición de Madrid como una excepción positiva en la dinámica demográfica española. Mientras que muchas comunidades siguen enfrentándose a un estancamiento o descenso de la natalidad, la capital y su entorno inmediato muestran una evolución sostenida al alza que, de mantenerse, podría tener implicaciones relevantes a medio plazo para la planificación educativa, sanitaria y de servicios sociales.
La subida de nacimientos en abril coincide, además, con la reciente ampliación de políticas autonómicas destinadas al fomento de la maternidad, como las ayudas al nacimiento, el impulso a la conciliación o el refuerzo de la atención primaria en salud infantil.
