A menos de tres semanas para el arranque del festival Mad Cool 2025, previsto para los días 10, 11, 12 y 13 de julio en el recinto Iberdrola Music de Villaverde, el plan de movilidad del evento se encuentra en el aire tras la negativa del Ayuntamiento de Getafe a autorizar varias medidas clave para la gestión de accesos y desplazamientos.
El gobierno municipal getafense ha reiterado que no ha dado su conformidad al dispositivo previsto y ha emitido un comunicado en el que expone con claridad su oposición a aspectos logísticos fundamentales, como la habilitación de lanzaderas, bolsas de taxis y VTC, y aparcamientos especiales en las zonas más próximas a su término municipal.
Rechazo frontal a medidas clave del plan de movilidad
En las reuniones mantenidas con los organizadores del Mad Cool, el Ayuntamiento de Madrid, la Delegación del Gobierno y la Comunidad de Madrid, Getafe ha exigido expresamente:
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No habilitar lanzaderas en las inmediaciones de la estación de Los Espartales o en la Avenida Federica Montseny y la Carretera de Villaverde.
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No establecer bolsas de taxis o VTC en el barrio de Getafe Norte.
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No autorizar el estacionamiento de vehículos particulares en el aparcamiento del Coliseum del Getafe C.F.
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No permitir alteraciones en los itinerarios ni la supresión de paradas de transporte público en el área, a fin de garantizar la movilidad habitual del vecindario.
El recinto Iberdrola Music, en el centro de la controversia
El Ayuntamiento de Getafe reitera que el Iberdrola Music no es un espacio adecuado para celebrar eventos multitudinarios, especialmente por su proximidad al barrio residencial de Getafe Norte. La corporación local argumenta que los vecinos sufren graves molestias durante la celebración de este tipo de espectáculos, incluyendo ruidos excesivos, alteraciones en la movilidad, aglomeraciones y problemas de seguridad.
Desde el Consistorio insisten en que no darán el visto bueno definitivo al plan de movilidad del festival si no se incluyen y respetan sus condiciones y restricciones para proteger el bienestar del vecindario.
Además, Getafe ha presentado alegaciones formales en contra de la concesión de la licencia municipal que el Ayuntamiento de Madrid ha tramitado para este evento, cuestionando también la idoneidad y legalidad del permiso.
Una nueva edición, viejas polémicas
El Mad Cool, uno de los festivales más importantes del panorama musical internacional, celebra este año su primera edición en el recinto de Villaverde, tras abandonar su anterior sede en Valdebebas. No obstante, su traslado no ha disipado las polémicas. En ediciones anteriores, el festival ya había sido objeto de denuncias vecinales por ruido, saturación del transporte público y mala gestión de accesos.
Este año, las autoridades madrileñas han convocado varias reuniones para planificar la seguridad, movilidad y operativa del evento, pero el desacuerdo con Getafe podría comprometer seriamente el despliegue logístico.
Riesgos de colapso y presiones políticas
La falta de acuerdo sobre el plan de movilidad pone en riesgo la eficacia del dispositivo de transporte del festival y aumenta las posibilidades de colapso en los accesos y salidas. Tanto organizadores como administraciones regionales temen una repetición de los incidentes de años anteriores, lo que ha llevado a hablar de una “cumbre del Mad Cool” para evitar un nuevo fracaso operativo.
Por su parte, el gobierno de Getafe ha recalcado que su postura no responde a un criterio arbitrario, sino a la necesidad de garantizar la seguridad ciudadana, la convivencia vecinal y el respeto a la ordenación urbanística y de transporte.
¿Habrá acuerdo a tiempo?
Con el festival a la vuelta de la esquina, el margen para alcanzar un consenso sobre el plan de movilidad se estrecha. Las partes implicadas deberán intensificar las negociaciones para evitar que la edición 2025 del Mad Cool se vea lastrada por problemas de organización.
En este momento, el futuro logístico del evento depende de que se atiendan las exigencias de Getafe o se articulen soluciones alternativas que no perjudiquen a los residentes del entorno. Mientras tanto, la incertidumbre persiste y las alarmas ya están encendidas en el entorno del festival.