La Comunidad de Madrid ha hecho públicas las nuevas tarifas del transporte público que estarán vigentes a partir del 1 de julio de 2025, una medida con la que el Ejecutivo regional amplía las bonificaciones sociales y adapta los precios a las directrices del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
La actualización, ya recogida en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), tiene como objetivo principal aliviar el gasto de las familias madrileñas y promover el uso del transporte colectivo, que utilizan a diario más de seis millones de personas.
Ampliación de la gratuidad del abono infantil
Una de las principales novedades es la ampliación de la gratuidad del abono transporte infantil hasta los 14 años —anteriormente limitado a los 7 años—, lo que permitirá a más de 300.000 menores desplazarse de forma gratuita por toda la red regional. Asimismo, se mantiene el abono sin coste para los mayores de 65 años, una medida ya consolidada y que refuerza el compromiso con los colectivos más veteranos.
Por otro lado, los jóvenes de entre 15 y 25 años disfrutarán de un abono mensual con una rebaja del 50%, pasando a pagar solo 10 euros por mes, la mitad de lo que abonaban en 2022. Para el resto de usuarios, de entre 26 y 64 años, se aplicará una reducción del 40% en los abonos mensuales por zonas. Así, los nuevos precios quedarán establecidos de la siguiente forma:
- Zona A: 32,70 euros
- Zona B1: 38,20 euros
- Zona B2: 43,20 euros
- Zonas B3, C1 y C2: 49,20 euros
Además, el bono de 10 viajes para Metro, EMT y ML1 tendrá un coste de 7,30 euros, también con una bonificación del 40%.
Estas medidas están cofinanciadas por el Gobierno autonómico, el Ministerio de Transportes y las distintas administraciones que forman parte del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM). Actualmente, la Comunidad de Madrid asume más del 70% del coste total del sistema de transporte, reforzando su compromiso con una movilidad eficiente, accesible y sostenible.
Desde el CRTM se subraya que la actualización tarifaria busca garantizar la viabilidad del sistema sin que ello suponga una carga significativa para los usuarios, manteniendo uno de los modelos de transporte público más subvencionados y eficientes de Europa.