El exsecretario de Organización del PSOE Santos Cerdán declaró este lunes ante el Tribunal Supremo que las transferencias de dinero detectadas entre él y Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, corresponden a gastos derivados de las primarias de 2014 que dieron la victoria a Pedro Sánchez como secretario general del partido.
Durante su comparecencia ante el magistrado Leopoldo Puente, instructor del denominado ‘caso Koldo’, Cerdán argumentó que uno de los pagos señalados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, una transferencia de 600 euros, era simplemente una “devolución de deuda” de Koldo por dinero prestado para cubrir costes logísticos y personales relacionados con aquella campaña interna del PSOE.
El exdirigente socialista, que solo respondió a las preguntas de su equipo legal, sostuvo que prestó dinero a Koldo de manera fragmentada para que este pudiera “custodiar de alguna manera la sede de las primarias”, sufragando gastos como gasolina o alojamiento. “No fue una cantidad entregada de golpe, sino en distintos momentos”, detalló.
Según la declaración recogida en la transcripción oficial a la que ha tenido acceso Servimedia, Cerdán pidió expresamente a Koldo que el reembolso no fuera en efectivo, sino mediante transferencia bancaria, por transparencia: “Le dije que me lo hiciera mediante una transferencia, no en mano”.
Estas explicaciones llegan después de que el juez dictara el pasado lunes prisión provisional para Cerdán, en una decisión que agrava el impacto del ‘caso Koldo’ en el PSOE, ya sacudido por los recientes escándalos que han forzado la salida de Santos Cerdán y otros dirigentes del núcleo cercano a Moncloa.
El caso, que comenzó investigando presuntas irregularidades en contratos públicos durante la pandemia, ha ampliado su alcance tras detectarse una trama de transferencias entre cargos socialistas y asesores vinculados a la dirección del partido.
Con esta declaración, Cerdán intenta justificar los movimientos financieros bajo el paraguas de la militancia política y la logística de campaña interna, en un intento por desligarlos de cualquier actividad delictiva o irregular.
El contexto no es favorable: el PSOE atraviesa su mayor crisis interna desde 2017, marcada por la dimisión de altos cargos, acusaciones de corrupción y una reestructuración forzosa de su dirección nacional, en plena celebración del Comité Federal.
Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha admitido públicamente haber “confiado en personas que no lo merecían”, aunque ha dejado claro que no piensa dimitir. Desde sectores del partido, como el encabezado por Emiliano García-Page, se reclama una actuación más contundente ante lo que ya califican como una “crisis de corrupción orgánica”.
El curso judicial del ‘caso Koldo’ promete mantenerse como un foco de tensión tanto para el PSOE como para el Gobierno, con nuevos interrogatorios previstos y un escenario político cada vez más enrarecido por las conexiones entre cargos institucionales y sospechas de financiación opaca.