El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha vivido este miércoles una jornada crítica en su Terminal T4 Satélite, donde el control de pasaportes colapsó por lo que el Ministerio del Interior ha calificado como un fallo informático puntual. Sin embargo, diversas fuentes del sector aeroportuario y turístico denuncian una falta reiterada de personal y una negligente planificación en plena temporada alta.
Según ha podido saber este medio a través de fuentes consultadas por Europa Press, a las 11:00 de la mañana, únicamente ocho agentes de la Policía Nacional se encontraban operativos para atender una infraestructura diseñada para 16 cabinas de control. Esta insuficiencia habría provocado largas colas de hasta una hora, pérdidas de vuelos internacionales y un evidente malestar entre los pasajeros, hasta el punto de que la Guardia Civil tuvo que intervenir para evitar altercados.
En redes sociales han circulado vídeos e imágenes de cientos de pasajeros en tránsito, visiblemente frustrados, atrapados en una situación que, según trabajadores del aeropuerto, “no es nueva y se repite cada verano”. La saturación ha sido especialmente crítica para los vuelos con destino fuera del espacio Schengen, incluyendo Reino Unido, donde el control manual post-Brexit obliga a verificar uno por uno los pasaportes de los viajeros.
Críticas del sector turístico
La Mesa del Turismo de España ha sido tajante en su valoración. Su presidente, Juan Molas, ha calificado lo sucedido como "absolutamente inadmisible" y ha señalado que “no se trata de un fallo técnico aislado, sino de una deficiencia estructural en la gestión del Ministerio del Interior”. En un comunicado, ha subrayado que “un país que aspira a liderar el turismo europeo no puede permitirse ofrecer esta imagen al mundo”.
El propio Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad han trasladado en ocasiones anteriores su preocupación al Gobierno por la reiterada saturación en los controles fronterizos del aeropuerto, especialmente en fechas clave como Semana Santa, verano y Navidad.
Interior niega falta de agentes
En contraste con las denuncias del sector, el Ministerio del Interior ha minimizado el incidente, achacándolo a un “problema informático puntual, ya subsanado” y a una “acumulación inesperada de vuelos en un corto intervalo”. A través de un comunicado, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha asegurado que las 16 cabinas estaban operativas y contaban con dos agentes por puesto en el momento más crítico, negando cualquier déficit de efectivos.
No obstante, la contradicción entre las declaraciones oficiales y los testimonios presenciales ha avivado la polémica. En palabras de un empleado del aeropuerto: “Interior puede decir lo que quiera, pero nosotros estábamos allí y vimos a los agentes desbordados, sin poder atender a los cientos de personas que hacían cola”.
Un problema recurrente
La situación registrada este miércoles en Barajas no es un hecho aislado. Las temporadas altas suelen poner al límite los recursos en los controles de pasaportes, con quejas frecuentes por parte de aerolíneas, asociaciones del sector y viajeros. La exigencia de controles más estrictos tras la salida del Reino Unido de la UE ha añadido presión a un sistema que, según muchos, no ha recibido los refuerzos prometidos.
A medida que se acerca el pico de la campaña estival, tanto los profesionales del turismo como los usuarios reclaman una solución estructural y permanente, que evite que Madrid-Barajas, uno de los principales hubs internacionales del sur de Europa, se convierta nuevamente en sinónimo de caos e improvisación.