Alcalá de Henares ha rendido este miércoles un emotivo tributo a la Policía Nacional con motivo de su 200 aniversario. La alcaldesa de la ciudad, Judith Piquet, ha presidido el acto de inauguración de la nueva Plaza de la Policía Nacional, ubicada entre el Edificio de Seguridad —sede de la comisaría local— y el centro comercial Alcalá Magna. El acto ha servido como homenaje permanente al trabajo del cuerpo en la ciudad y ha incluido la instalación de un monumento conmemorativo, símbolo de reconocimiento institucional y ciudadano.
La ceremonia ha contado con la participación de los tenientes de alcalde Isabel Ruiz Maldonado, Víctor Acosta, Gustavo Severien y Cristina Alcañiz, así como de la concejala de Seguridad, Orlena de Miguel, otros miembros de la Corporación Municipal, el Jefe Superior de Policía de Madrid, Javier María Galván, y el Comisario de Policía de Alcalá, Vicente García. Uno de los momentos más emotivos del acto fue la ofrenda floral en memoria de los agentes fallecidos en acto de servicio, en la que dos policías colocaron una corona de laurel al pie del nuevo pedestal.
En su intervención, Judith Piquet destacó que “esta plaza representará un testimonio permanente de homenaje y gratitud de Alcalá y de los alcalaínos”, y añadió que será “un lugar de encuentro entre los vecinos y quienes garantizan nuestra libertad, seguridad y bienestar”. La alcaldesa ensalzó la “vocación y compromiso” de la Policía Nacional, afirmando que “su labor diaria es imprescindible para que vivamos en un entorno seguro y con plenas garantías de derechos y libertades”.
Con esta inauguración, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares refuerza su vínculo institucional con el cuerpo de seguridad estatal y deja patente su reconocimiento público a su historia, labor diaria y sacrificio. El monumento y la nueva denominación de la plaza pretenden mantener viva la memoria y visibilizar el compromiso del cuerpo con la ciudadanía.
Esta iniciativa se enmarca en las actividades conmemorativas del bicentenario del Cuerpo Nacional de Policía, creado en 1824, y refuerza la identidad de Alcalá como una ciudad “orgullosa de sus servidores públicos y comprometida con los valores democráticos”, concluyó la regidora.
