Los dos psiquiatras que trataron a la actriz Elisa Mouliaá han declarado ante el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, donde se investiga la presunta agresión sexual atribuida a Íñigo Errejón, ex portavoz de Sumar. Ambos médicos confirmaron que la intérprete recibió tratamiento con antidepresivos en 2023, dos años después del supuesto incidente, pero no mencionó en ningún momento al político ni el encuentro ocurrido en octubre de 2021, según fuentes jurídicas citadas por Europa Press.
Tratamiento y evolución clínica sin relación con los hechos
Uno de los especialistas explicó al magistrado Adolfo Carretero que Mouliaá acudió a su consulta en tres ocasiones por sentirse “anímicamente inestable”. En esas visitas, la actriz relató haber sufrido un episodio depresivo siete años antes, aunque no hizo referencia a la presunta agresión. El psiquiatra aclaró además que no conocía los motivos concretos de su cuadro clínico, ya que su trabajo se limitaba a la supervisión del tratamiento farmacológico.
Por su parte, la segunda psiquiatra, que no compareció en persona, remitió un informe clínico en el que se reflejaban las causas personales que la paciente le había trasladado sobre su estado emocional. En ese documento tampoco consta ninguna mención a los hechos denunciados.
Este informe fue incorporado a la causa tras una resolución de la Audiencia Provincial de Madrid, que en julio estimó parcialmente un recurso de la defensa de Errejón, al considerar que el documento tenía “relevancia procesal” para garantizar la contradicción entre las partes.
Peticiones de la defensa y nuevas diligencias
Durante la sesión, la defensa de Íñigo Errejón solicitó mejorar la calidad de los audios de las declaraciones de los organizadores de la fiesta donde supuestamente ocurrieron los hechos. Estos testigos, identificados como Borja y Soraya, declararon por videoconferencia desde el extranjero.
La vista judicial coincidió con el primer aniversario de la dimisión de Errejón, quien abandonó la vida política tras la aparición en redes sociales de acusaciones anónimas sobre comportamientos inadecuados hacia mujeres.
Informes periciales contradictorios
La actriz fue evaluada previamente por el psiquiatra José Cabrera, a petición de su defensa, quien diagnosticó un trastorno por estrés postraumático derivado del supuesto abuso, calificando el episodio como “un atentado contra su intimidad”.
El informe también señala que la noche del 8 de octubre de 2021, Mouliaá se encontraba medicada y había consumido alcohol, lo que podría haber afectado su percepción de los hechos.
Una instrucción aún abierta
El caso continúa bajo la instrucción del juez Adolfo Carretero, que deberá decidir en las próximas semanas si admite nuevas pruebas periciales y qué nuevas citaciones judiciales se practican en el marco de una investigación que sigue abierta y marcada por evaluaciones psiquiátricas contradictorias.