Un nuevo testimonio ha elevado a seis el número de denuncias por agresión sexual contra el excapellán del colegio Highlands El Encinar, Marcelino de Andrés, de 57 años, detenido el pasado mes de marzo. La última acusación proviene de una alumna de Primaria, cuyo caso ha sido detectado durante uno de los talleres de prevención impulsados por el propio centro educativo.
La directora del colegio, Marilú Álvarez, ha comunicado a las familias que la denuncia ha sido presentada de inmediato ante la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, tras informar previamente a los padres de la menor. “Estamos en contacto con ellos y ofreciéndoles todo el apoyo posible”, ha asegurado Álvarez en una carta enviada a los progenitores del alumnado.
Compromiso del centro con la investigación
En su mensaje, la directora ha subrayado que el centro está colaborando plenamente con la investigación judicial en curso, aportando “cualquier dato nuevo que surja” y mostrando un “compromiso prioritario con las personas afectadas”.
“Queremos estar a vuestro lado y vamos a seguir trabajando para crear espacios donde la verdad pueda manifestarse”, reza la carta de Álvarez, en la que insiste en la voluntad del colegio de afrontar esta situación con transparencia y responsabilidad.
La dirección del centro ha recordado que, en su intento por prevenir y detectar casos de abuso, el colegio implantó el programa Escudo de la Dignidad, que busca formar al alumnado para identificar comportamientos inadecuados y darles herramientas para denunciar posibles agresiones, incluso pasadas. Fue precisamente en el marco de este programa donde emergió el nuevo testimonio.
Una investigación en curso con múltiples denuncias
Marcelino de Andrés, que formaba parte del equipo de pastoral infantil del colegio, fue arrestado tras una primera denuncia interpuesta por el familiar de una menor de seis años. Posteriormente, la Policía Nacional notificó al centro educativo otras cuatro denuncias más, a las que ahora se suma esta sexta acusación. Todas ellas señalan comportamientos de índole sexual durante su actividad en el centro educativo.
Los relatos de las menores apuntan a tocamientos y agresiones durante actividades religiosas o educativas supervisadas por el sacerdote. Las familias afectadas y el propio colegio han subrayado la necesidad de un acompañamiento psicológico y jurídico ante la gravedad de los hechos.
Reacciones y medidas
La denuncia pública de este nuevo caso ha provocado un fuerte impacto entre la comunidad escolar y la sociedad madrileña. Organizaciones de defensa de los derechos de la infancia han reclamado una revisión de los protocolos de vigilancia y acompañamiento en centros escolares, especialmente en los que existe presencia de personal religioso.
Además, el colegio ha expresado su intención de reforzar los sistemas de protección y ha pedido a las familias que confíen en los canales oficiales habilitados para comunicar cualquier incidente o sospecha.
La investigación sigue en marcha y se espera que en los próximos días se amplíe la toma de declaraciones y se examinen más testimonios que puedan aportar luz sobre el comportamiento del excapellán durante sus años en el centro. Mientras tanto, el sacerdote permanece bajo custodia policial a la espera de comparecer ante el juez.