A las 19:00 horas de este sábado, las vecinas y vecinos del distrito de Arganzuela están convocados a una concentración en el parque Enrique Tierno Galván para protestar contra la privatización progresiva del espacio público verde, a raíz de su cesión a festivales como el Maudes Festival (24 y 31 de mayo) y el Alma Festival (del 19 de junio al 2 de julio).
Las asociaciones organizadoras acusan al Ayuntamiento de Madrid y a la Junta de Distrito de ceder de forma opaca y reiterada hasta un 20 % del tiempo anual de uso del parque (más de 70 días) a empresas privadas, privando a la ciudadanía del libre disfrute de uno de los principales pulmones verdes del distrito.
Denuncias vecinales: ruido, daños al entorno y opacidad administrativa
Según las asociaciones convocantes, la celebración de estos eventos supone:
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La ocupación y vallado de más de 27.000 m² de parque impidiendo el acceso al vecindario.
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El pisado y compactación de praderas, alteración de senderos peatonales y paso de vehículos pesados por zonas no adaptadas.
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Superación de los límites legales de ruido, con la aplicación arbitraria del artículo 19.1 de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT), reservado para actos de especial interés general.
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Falta de transparencia en los procesos de autorización, que impiden la presentación de alegaciones previas por parte del vecindario.
Los residentes de los barrios colindantes, como los Metales y los Puertos, aseguran estar sufriendo molestias constantes, estrés acústico y pérdida de descanso, especialmente en horario nocturno.
Argumentos legales: espacios verdes como derecho ciudadano
Las asociaciones citan tanto el PGOUM de 1997 como la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano (OGPMAU) para justificar su oposición a estos eventos:
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Artículo 7.7.1.2 del PGOUM: los parques deben garantizar el reposo, el esparcimiento y la mejora de la salud urbana.
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Artículos 205 y 206 de la OGPMAU: prohíben la privatización de uso en zonas verdes públicas, especialmente si conllevan fines particulares.
Además, critican la posible instalación de una noria gigante, proyecto del Ayuntamiento que ya ha supuesto un gasto de 60.000 euros en estudios técnicos, como una nueva amenaza a la integridad del parque.
Reivindicaciones vecinales
Los colectivos exigen:
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El cese inmediato de la privatización del parque Tierno Galván y el cumplimiento íntegro de la normativa urbanística y medioambiental.
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Que no se autoricen eventos que impliquen superar los límites de ruido legalmente establecidos, salvo en circunstancias verdaderamente excepcionales de interés público.
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Transparencia y consulta previa a los vecinos y vecinas, como parte de un modelo de gestión participativa del espacio público.
El portavoz del colectivo, Juan José Fuentetaja, ha facilitado un contacto público para canalizar futuras acciones y denuncias vecinales.
Con esta concentración, el vecindario de Arganzuela lanza un mensaje claro: los espacios verdes son un bien común y no un recurso comercializable al servicio de intereses privados. La movilización continúa.