La Comunidad de Madrid ha aprobado un aumento del 24% en la inversión destinada al programa de respiro familiar, una iniciativa orientada a facilitar la conciliación de hogares con personas con discapacidad intelectual y trastornos graves de conducta. El nuevo contrato, autorizado por el Consejo de Gobierno regional, se extenderá desde el 1 de enero de 2026 hasta el 31 de diciembre de 2027 y contempla una inversión total de 834.900 euros.
Este servicio especializado ofrece apoyo puntual a familias cuidadoras, permitiéndoles disponer de tiempo para realizar gestiones, descansar o atender otras obligaciones. Durante ese periodo, los familiares son relevados por un equipo de profesionales compuesto por psicólogos, trabajadores sociales, educadores, monitores y cuidadores, quienes se encargan tanto del cuidado como de organizar actividades culturales, deportivas y de ocio adaptadas a cada usuario.
El programa contempla múltiples modalidades de atención, incluyendo salidas de fin de semana (con o sin pernocta), estancias cortas o largas en periodos vacacionales, apoyo a domicilio, y servicios complementarios como transporte, alojamiento y manutención. También se ofrece orientación, apoyo psicológico y social, adaptándose a las particularidades de cada familia.
Durante el año 2024, más de 100 hogares madrileños se beneficiaron de este programa, que ha sido valorado positivamente por su impacto directo en la calidad de vida tanto de las personas con discapacidad como de sus familias. Esta iniciativa forma parte del conjunto de recursos sociales que refuerzan la red de atención a la dependencia en la región.
La Comunidad de Madrid dispone actualmente de 14.500 plazas públicas para la atención a personas con discapacidad intelectual o física, y de más de 7.000 para personas con enfermedad mental grave y duradera, lo que supone una inversión anual superior a los 426 millones de euros.
Con este refuerzo presupuestario, el Ejecutivo madrileño ratifica su compromiso con la inclusión, el bienestar y el derecho al descanso de las familias cuidadoras, reconociendo su labor y proporcionándoles un respiro fundamental. La ampliación del programa responde también a la demanda creciente de este tipo de servicios, que se han consolidado como herramientas esenciales para la conciliación familiar y el cuidado profesionalizado en situaciones de alta vulnerabilidad.