El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado este miércoles la creación jurídica del nuevo colegio público del barrio de El Cañaveral, en el distrito de Vicálvaro, que comenzará a funcionar el próximo mes de septiembre con el inicio del curso escolar 2025/26. Se trata del primer centro educativo público de nueva construcción que combinará Educación Infantil, Primaria y los dos primeros cursos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), y que, además, implantará la jornada partida como parte de su modelo organizativo.
El nuevo centro educativo llevará por nombre Rudyard Kipling, en homenaje al periodista, novelista y poeta británico, autor de obras tan conocidas como El libro de la selva. La apertura responde al fuerte crecimiento demográfico que ha experimentado El Cañaveral en los últimos años como consecuencia del desarrollo urbanístico de la zona, y forma parte de la estrategia regional para adaptar la oferta educativa a las nuevas necesidades de escolarización.
Más aulas, más opciones para las familias
La Comunidad de Madrid ha destinado cerca de 5,9 millones de euros para la puesta en marcha de esta primera fase del colegio, que incluirá 12 aulas, un comedor y una sala de usos múltiples. Inicialmente, se acogerá a los alumnos de 3 años del segundo ciclo de Infantil, siguiendo el modelo habitual en la apertura de nuevos centros. El proyecto contempla la ampliación progresiva hasta completar 24 aulas de Primaria y 16 de ESO.
Este centro será el primero en incorporar de inicio 1º y 2º de ESO, una medida anunciada por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que se extenderá a todos los nuevos colegios públicos a partir del curso 2025/26. La jornada partida también será obligatoria en estas nuevas infraestructuras educativas, con el objetivo de mejorar el rendimiento académico, facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, y proteger la infancia y la preadolescencia.
Un modelo educativo adaptado a la realidad social
La Consejería de Educación, Ciencia y Universidades defiende que esta fórmula favorece la continuidad pedagógica del alumnado y amplía la capacidad de elección de las familias, al permitir que los estudiantes permanezcan más años en el mismo centro, evitando cambios prematuros de etapa. Además, se garantiza una transición más gradual hacia la Secundaria, especialmente en un entorno urbano joven como El Cañaveral, donde muchas familias se están estableciendo con hijos en edad escolar.