El mercado del alquiler en la Comunidad de Madrid continúa su escalada imparable. Según el Barómetro del Alquiler del segundo trimestre de 2025, elaborado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, el precio medio mensual del alquiler en la provincia madrileña ha alcanzado los 1.584 euros, lo que supone un incremento interanual del 8,6% y sitúa a Madrid como la tercera provincia más cara de España, solo por detrás de Barcelona (1.656 €) y Baleares (1.645 €).
Esta cifra supera con holgura la media nacional, que se sitúa en 1.155 euros, marcando un nuevo récord histórico en el mercado español. En términos de coste por metro cuadrado, la Comunidad de Madrid registra una media de 21,41 €/m², frente a los 20,14 €/m² de Cataluña y muy por encima de regiones tradicionalmente más asequibles.
Demanda al alza y escasez de oferta
El informe alerta de una presión de la demanda sin precedentes, con 106 personas interesadas por cada vivienda en los diez primeros días de publicación, lo que refleja una tensión creciente entre oferta y demanda. Aunque Madrid ha sumado más de 5.100 nuevas viviendas en alquiler en el último trimestre, hasta alcanzar las 151.222 unidades, este incremento resulta insuficiente para contener la subida de precios. A nivel nacional, la oferta ha caído un 2% interanual, con 14.500 inmuebles menos que en 2024, lo que contribuye al alza generalizada.
En contraste, otras provincias como Salamanca o Granada han visto aumentar su parque de alquiler por el efecto estacional del mercado estudiantil, lo que ha permitido contener los precios en esos territorios.
El esfuerzo salarial, en niveles insostenibles
Una de las cifras más alarmantes que refleja el estudio es el esfuerzo salarial que supone vivir de alquiler en Madrid. De media, los inquilinos destinan ya el 47% de su sueldo al pago de la renta, un porcentaje que supera ampliamente el umbral del 30% recomendado por organismos como el Banco de España o la OCDE. Según cálculos del portal Fotocasa, esto se traduce en más de 18 días laborables al mes únicamente para pagar el alquiler, una realidad que afecta especialmente a jóvenes y familias con rentas medias y bajas.
Madrid capital, a la cabeza de los precios
Dentro de la región, Madrid ciudad continúa liderando el ranking de precios, con una media de 22,30 €/m², seguida por La Moraleja (20,71 €/m²) y San Sebastián de los Reyes (20,44 €/m²). Por el contrario, los municipios más asequibles siguen siendo Parla (13,05 €/m²), Alcalá de Henares (13,52 €/m²) y Móstoles (13,71 €/m²), aunque incluso estas localidades han registrado subidas trimestrales importantes, lo que evidencia una tendencia expansiva de la presión inmobiliaria desde el centro hacia la periferia.
En cuanto a los distritos más caros de la capital, encabezan la lista Salamanca (23,81 €/m²), Chamberí (23,80 €/m²) y Centro (23,76 €/m²). Los más asequibles son Moratalaz (15,21 €/m²), Villa de Vallecas (17,25 €/m²) y Vicálvaro (18,75 €/m²).
Un problema estructural: crisis de oferta y desincentivos legales
Los expertos alertan de que el problema no es solo coyuntural. María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, asegura que España atraviesa “una crisis de oferta sin precedentes”, provocada tanto por un parque público insuficiente como por la “inseguridad jurídica” que perciben los propietarios, lo que desincentiva la permanencia de viviendas en el mercado de alquiler tradicional.
Además, las medidas para fomentar el alquiler asequible, como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid, han sido calificadas de insuficientes por diversas organizaciones sociales, que piden un mayor parque público de vivienda en alquiler y políticas que incentiven la puesta en mercado de viviendas vacías.
Madrid se consolida como una de las provincias con mayor dificultad para acceder a una vivienda en alquiler, en un contexto de precios disparados, oferta limitada y presión creciente. El esfuerzo económico que deben realizar los ciudadanos para acceder a un techo digno ha alcanzado niveles insostenibles, sin que se vislumbre un cambio de tendencia a corto plazo. La crisis habitacional en la región exige respuestas urgentes y estructurales por parte de las administraciones públicas.