El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles que tanto el PSOE como el Ejecutivo están siendo “implacables” en la lucha contra la corrupción, en alusión a las críticas de sus socios de investidura por los últimos casos judiciales que salpican a miembros del partido y del entorno gubernamental, especialmente el llamado caso Koldo y las investigaciones vinculadas a Begoña Gómez.
Durante una rueda de prensa celebrada en La Haya, donde ha participado en la Cumbre de la OTAN, Sánchez ha hecho frente a la presión creciente de sus aliados parlamentarios, algunos de los cuales reclaman más explicaciones o incluso dan por “agotada” la legislatura ante lo que consideran una gestión insuficiente de los escándalos.
“Nos avergüenza la corrupción, pero hemos sido implacables y hemos actuado de inmediato. Ojalá otros partidos hubieran hecho lo mismo cuando la justicia señaló con pruebas mucho más contundentes”, subrayó el presidente.
Defensa del Ejecutivo y crítica al Partido Popular
Sánchez aprovechó la ocasión para defender la limpieza del Gobierno, al que describió como “limpio” y “comprometido con la transparencia”, incluso en un contexto parlamentario adverso, marcado por la necesidad de negociaciones constantes con distintas fuerzas para sacar adelante cualquier iniciativa.
“Trabajamos en circunstancias extraordinarias para garantizar la prosperidad, la cohesión y el bienestar de los ciudadanos, pese a las dificultades. Hemos dado la cara y hemos colaborado en todo momento con la justicia”, afirmó.
El presidente también contrapuso el comportamiento del PSOE con el del Partido Popular, al recordar el registro judicial en la sede del PP en Génova en 2013 dentro del caso Kitchen, donde —según dijo— los agentes encontraron “ordenadores destruidos a martillazos”.
“Esa es la gran diferencia. Cuando la UCO ha entrado en Ferraz lo ha hecho para revisar un dispositivo electrónico, y hemos cooperado plenamente. Nosotros no destruimos pruebas ni obstaculizamos la justicia”, afirmó Sánchez, subrayando el contraste con la actuación del PP en casos pasados.
Caso Bolaños y Begoña Gómez
Preguntado por la petición del juez Juan Carlos Peinado al Tribunal Supremo para investigar al ministro Félix Bolaños en relación con las presuntas irregularidades vinculadas a la esposa del presidente, Begoña Gómez, Sánchez evitó valorar el fondo del asunto y se limitó a confiar en el tiempo y en el funcionamiento del Estado de derecho:
“El tiempo pondrá las cosas en su sitio. Este es el momento de los jueces, y nuestro deber es colaborar con ellos”, zanjó.
Presión de los socios y clima político tenso
Las declaraciones del presidente llegan en un momento delicado, con socios de investidura como ERC, Junts o EH Bildu exigiendo mayor claridad y medidas contundentes frente a los indicios de corrupción, mientras Podemos ha declarado la legislatura “políticamente muerta” por lo que consideran una pérdida de legitimidad del proyecto progresista.
A pesar de ese entorno político inestable, Sánchez reafirmó su intención de seguir gobernando hasta el final del mandato, insistiendo en que el Ejecutivo “no elude su responsabilidad” y que está centrado en “resolver los problemas reales de la ciudadanía”, más allá del ruido mediático o judicial.
Con esta comparecencia, el presidente intenta recuperar la iniciativa política en un contexto marcado por el avance de las investigaciones judiciales y la presión de sus propios aliados, a la espera de que las causas abiertas en los tribunales determinen el futuro de algunos de los principales nombres de su entorno.