Bajo el lema "Toma partido por España", el XXI Congreso Nacional del Partido Popular arranca este fin de semana en IFEMA Madrid como una plataforma clave para reforzar el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, reelegirlo como presidente del partido y consolidar su candidatura como la única alternativa real al Gobierno de Pedro Sánchez. Con una estrategia centrada en la unidad interna, la renovación de estructuras y el rearme ideológico, el congreso se presenta como el punto de partida de una nueva etapa política conservadora con vocación de mayoría absoluta.
El cónclave popular, que reúne a toda la cúpula del PP del 4 al 6 de julio, servirá también para presentar un nuevo modelo de partido, inspirado en la experiencia de Feijóo al frente de la Xunta de Galicia, y responder al clima de crisis interna que atraviesa el PSOE, agravado por los escándalos de corrupción que salpican a varios de sus altos cargos, incluido el encarcelamiento de Santos Cerdán.
Almeida y Ayuso, claves en la estrategia de proyección
En este escenario, el papel de los líderes madrileños José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso resulta decisivo. Ambos se han convertido en referentes internos del éxito electoral del PP, gracias a las mayorías absolutas que ostentan en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Almeida, que no podrá asistir presencialmente tras el reciente nacimiento de su hijo, intervendrá por vídeo en la sesión inaugural. Ayuso, por su parte, será la encargada de cerrar el Congreso junto a Feijóo, ejerciendo de telonera del discurso final del líder nacional.
Pese a las discrepancias pasadas sobre el sistema de primarias y el liderazgo interno, la presidenta madrileña ha optado por una imagen de unidad, alineándose con la dirección nacional tras alcanzar un acuerdo con la cúpula para reformular el sistema de elección del presidente del partido. A partir del próximo Congreso, los afiliados votarán listas cerradas de delegados adscritos a un candidato, alejándose del modelo de “un militante, un voto” implantado en 2017.
Tellado, nuevo secretario general y arquitecto de la maquinaria electoral
Uno de los movimientos más relevantes de este Congreso es el nombramiento de Miguel Tellado como nuevo secretario general del PP, en sustitución de Cuca Gamarra, quien pasará a ocuparse de las áreas de Justicia, Defensa e Interior. Tellado, mano derecha de Feijóo, asume también la dirección del área de Organización, unificando el control sobre la estructura del partido, su relación con las autonomías y la preparación de procesos electorales.
Por su parte, Ester Muñoz será la nueva portavoz parlamentaria en el Congreso, reemplazando al propio Tellado. Estos cambios refuerzan la línea dura del partido y están orientados a electoralizar su funcionamiento, en previsión de una posible convocatoria anticipada de elecciones generales.
Renovación ideológica: nueva ponencia política y estatutaria
El Congreso servirá también para actualizar el ideario del partido, que no se revisaba desde 2017. La nueva ponencia política, coordinada por Alma Ezcurra y otros líderes territoriales, incluye un discurso más firme en materia migratoria, defensa del Estado y rechazo a pactos con formaciones que atenten contra la unidad nacional. El documento, de 39 páginas, ha recibido solo 888 enmiendas, lo que la dirección interpreta como un síntoma de consenso y cohesión interna.
En paralelo, se aprobarán nuevos estatutos más acordes con el modelo organizativo gallego que Feijóo aplicó en su etapa autonómica. Esta renovación estatutaria y política supone, según fuentes populares, “un blindaje frente al desgaste institucional del sanchismo”.
Aznar y Rajoy, presentes; Casado, Santamaría y Cospedal, ausentes
La jornada del viernes estará marcada por la imagen de unidad simbólica entre Alberto Núñez Feijóo y los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy, quienes intervendrán para respaldar al líder gallego. En contraste, los protagonistas del anterior Congreso –Pablo Casado, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal– no estarán presentes. Una ausencia significativa, atribuida a la voluntad de Feijóo de cerrar una etapa y evitar tensiones internas.
En el horizonte: elecciones generales y desafío a Sánchez
La crisis de gobernabilidad del Ejecutivo de Pedro Sánchez, acentuada por los casos de corrupción y la presión de sus socios, ha alimentado las expectativas de un adelanto electoral. En el PP se preparan tanto para un sprint inmediato tras el verano como para una carrera de fondo hasta 2027. El objetivo: presentar a Feijóo como un presidente en espera, con un partido fuerte, cohesionado y listo para gobernar.
“El cambio está ahí, solo hace falta dejar hablar a los españoles”, ha afirmado Tellado, quien considera que el congreso del PP marca “el principio del fin del sanchismo”. La cúpula popular espera que este fin de semana quede claro ante la opinión pública que el Partido Popular es hoy la única alternativa real de Gobierno en España.