La mirada de Ulisas

La voz de la paz impera

LA MIRADA DE ULISAS hizo parte de la gran manifestación que reunió a Colombia en un sólo grito: “Fuerza Colombia” y otros indignados vociferaron, “Fuera Petro”, debido a lo padecido en la tierra de Francisco de Paula Santander, Antonio Nariño, Camilo Torres, José Acevedo y Gómez y Policarpa Salavarrieta y de Bolívar nacido en Caracas, a quien también se le considera parte vital de la independencia de Colombia y se le nombra como un prócer nacional. Ilustres personajes que fueron parte fundamental en la lucha por la emancipación del dominio español y la construcción de la nación colombiana con el logro de su independencia el 20 de julio de 1810. Un país hermoso y digno que se somete a una polarización sin igual, bajo el mandato del presidente Gustavo Petro. El atentado contra el candidato de oposición Miguel Uribe Turbay ocurrido el 7 de junio dio señales de que el terruño de las tres cordilleras y dos océanos, reconocido como el tercer país más bello del mundo, está harto de tanta violencia en todo sentido: la de la calle, la de los ánimos, la del odio que germina en corazones que no hallan el equilibrio necesario para disfrutar de una nación pletórica de riquezas. Esta dolorosa y amarga situación se adueña del mal manejo de su presidente. Altamente cuestionado por no calificar como tal, debido a sus actuaciones personales y morales que dejan mucho que desear. Se le achacan demasiados defectos y una carencia en la buena conducción de un país que pide igualdad y valores que enderecen una democracia que tambalea. El atentado contra Miguel Uribe Turbay demuestra que para la disidencia no existe lugar y que el gobierno no protege a los candidatos con otra voz como:  Miguel, el hombre herido de muerte que desde hace días se debate entre la vida y la partida final. En Colombia se extrapola esa sensación para experimentar lo mismo. Se asocia al estado de salud que padece un candidato presidencial que se perfila (se espera que supere su condición) como una excelente opción en las próximas elecciones con un discurso ecuánime y conciliador. Colombia se levantó como el animal herido pronto a demostrar su poderío de no dejarse vencer por la adversidad con una multitudinaria marcha, tal vez sin precedente en Colombia, debido a la necesidad de pedir por la paz y para que se instale la seguridad que la población ha perdido. Ríos o mares de personas de diversos estratos sociales caminaron por varias avenidas de más de veinte ciudades colombianas en protesta para que se erradique la violencia y que la paz sea la voz del pueblo con garantías por parte de un gobierno que no se las da. Lo que la mirada de Ulisas constata es que Colombia no desea convertirse en una nueva Venezuela, con los catastróficos resultados advertidos por el mundo. Sabe que el país que colinda con Colombia incitó a muchos de sus ciudadanos de bien a exportarse en búsqueda de mejores oportunidades. Y España ha comprobado con creces que lo planteado por la Mirada de Ulisas no es una mentira, sino la triste realidad para los venezolanos que abandonaron masivamente su tierra para evadir las nefastas consecuencias de una dictadura. Colombia en su totalidad no desea que una emigración masiva le suceda al conocer las implicaciones de las huidas, donde el corazón se arruga y las condiciones de vida tampoco resultan óptimas para profesionales que dejan sus oficios para tantas veces convertirse en choferes de taxi o de Uber, e inclusive hasta de realizar trabajos domésticos, cuando en su patria gozaban de un buen vivir que se les fue usurpado.  Colombia marchó en corrientes de personas que denunciaban lo que puede sucederle al país de García Márquez y de Botero, entre otros, si no se denuncia lo que se está cocinando en el país de Miguel Uribe Turbay y de demasiados mártires que han dejado su vida por defender principios democráticos. Colombia se levantó para pedir que la democracia siga siendo el gobierno de su población y para exigir que jamás una dictadura haga nido en su territorio. Clamor de los manifestantes que se dieron cita para la marcha del domingo 15 de junio, al igual que la mirada de Ulisas, que no acepta injusticias ni atropellos. Por ello, los denuncia y pide que todo gobierno, sea el sea, mantenga un atisbo generoso hacia su pueblo con lineamientos claros y libres de toda opresión. Y con los firmes propósitos de darle educación, salud y bienestar a su población con métodos legales, con mucha sabiduría y sin restricciones ni cortapisas. ¡Con el aroma de libertad que precisa Colombia y su gente!  Afirmación con gran eco que sigue resonando con expresión propia: "Fuerza Colombia" que traduce, "Arriba Colombia en paz y unión".

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