Sencillamente irresistibles

El santuario de Begoña

Es una Institución del Estado, es un bien patrio, es la democracia, tanto y tanta, que a partir de ya, la Moncloa debería llamarse “El Santuario de Begoña” desde el que un hombre enamorado hasta los cimientos de su atormentado corazón dirige certeramente una “cuadrilla” de arcángeles ministeriales dispuestos a dejarse las alas en la defensa de su amada, de España en definitiva, porque ella es España en sí misma.

No hay conflicto que no creen, que les detenga, o que les arredre en absoluto. 

Quien se atreva a afirmar que esa Santa ha tenido nada que ver con algo turbio, que se “ate los machos”, o sea, que se prepare a lo que se le viene encima de la venganza, no de don Mendo, sino de Don Guapo, guapísimo, que anda bastante revolucionado en estos últimos tiempos.

No es de extrañar, Pegasus se reabre y de nuevo muchos se preguntan que encontraron los marroquíes en el teléfono de Sánchez para protagonizar un giro tan radical en la cuestión del Sáhara. Secretitos y más secretitos porque todos los caminos conducen a Marruecos y a su rey, y a la república dominicana, llevando incluso un Airbus y por supuesto Falcón y más Falcón, sin huella de carbono ni nada, y sin que afecte en absoluto la llegada de nuevas restricciones en materia de emisiones para el común de los mortales. 

Solo contaminan los pobres, porque los ricos van en coches oficiales, o se compran coches nuevos aunque al parecer cada vez menos eléctricos, una ruina de momento, para las Marcas de automóviles que ya no ven en ellos el futuro, por lo que  muchas aseguran que se orientan a la investigación sobre los motores de combustión de hidrógeno. Porsche Toyota y Lexus son el ejemplo y la llevan a cabo desde hace años ya que las emisiones son prácticamente nulas.

Pero don Guapo ha desenterrado el hacha de guerra, ya que es mucho el agravio que se le ha hecho a la Santa. Sin ir más lejos el presidente de Argentina ha osado hablar de su “corrupción”, tal bulo imperdonable que ¡carajo! exige  que se le flagele ya que Nuestra Señora de Begoña (el nombre significa “lugar sobre el cerro dominante”) es intocable y punto pelota, o mejor amén, es decir, que así sea y que desde el cerro dominante del Santuario de Begoña&Moncloa siga tan mona y tan virtuosa y eso, tan dominante.

Verdaderamente cuesta trabajo situarse en este momento histórico y bastante perjudicado de la cabeza en el que a día de hoy nos hallamos sin comerlo ni beberlo:

- Las monjas de clausura abandonan la Iglesia y se van con un falso obispo. 

- La ministra de sanidad Mónica García se manifiesta contra el Gobierno de Madrid, jaleando la marcha con una muñeca presuntamente tan ridícula como ella, intentando así “fastidiar” a Ayuso. 

- Sánchez presupuesta 60.000 € destinados a mejorar la iluminación para sus comparecencias en los próximos  doce  meses, y de esta manera seguir ostentando el título de “precioso” oficial frente a la ultraderecha “feísima y sin posibilidad de los focos hacia su persona”. ¡Son solo para Él! (presuntamente)

Sería posible continuar y no parar, pero el punto final, no porque acaben aquí los desatinos sino porque resulta lo mas patológico de todo, es que en el deseo de enaltecer a Palestina, se les este llamando Nazis a los judíos.

Seguro que la psiquiatría es una carrera de futuro.

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