A Volapié

Un poco de memoria democrática, IIª parte

Como sabemos, hace unos años el gobierno aprobó lo que podría haber sido un instrumento de reconciliación y concordia, la famosa ley de Memoria Democrática. Sin embargo, esta ley resultó ser una oportunidad perdida. En el preámbulo de dicha ley solo se mencionan las víctimas provocadas por el bando nacional durante la guerra y la posterior dictadura del general Franco. Nada se dice acerca de los asesinados por las fuerzas republicanas a lo largo de la violentísima segunda república ni durante la guerra civil, sin olvidar a los asesinados por los maquis y por los grupos terroristas de extrema izquierda. Si se pretende neutralizar el olvido, reparar y reconocer la dignidad de las víctimas, se debe hacer con las de los dos bandos. Lo contrario es totalmente antidemocrático.

Vamos pues a recordar, a hacer algo de memoria, vamos a repasar algunos de los crímenes de la ideología más mortífera y antidemocrática de la historia; el comunismo o socialismo marxista. En cuanto a la parte que le toca a España, ya traté el tema en la primera parte de este artículo. Conviene recordar que se estima que las fuerzas  republicanas, principalmente marxistas, asesinaron más de 49.000 civiles durante los años de la segunda república y la posterior guerra civil.

Los datos que presento están extraídos del libro El libro negro del comunismo, publicado en España por Espasa Calpe en 1998, escrito por varios historiadores europeos de renombre, y de todos los colores políticos.

Para abrir boca vamos a empezar por la cifra estimada de asesinados por esta ideología. La cantidad supera la bonita cifra de 90 millones de personas, sin contar todos los asesinados desde 1998. A esto hay que sumar las decenas de millones de encarcelados y torturados.

La antigua URSS se apunta 20 millones de muertos, la República Popular China más de 60 millones, la República Socialista de Vietnam 1 millón, Corea del Norte 2 millones, Camboya 2 millones, las dictaduras de Europa del Este 1 millón, las dictaduras comunistas africanas y afgana 1,7 y 1,5 millones respectivamente, etc...

En cuanto a la URSS, de entre los 20 millones de muertos causados por el marxismo-leninismo y el estalinismo, destaca lo siguiente:

  1. Los 690.000 liquidados durante la gran purga de 1937 y 1938, muchos de ellos comunistas no afines a Stalin
  2. Muerte por hambre provocada de 6 millones de ucranianos en 1932 y 1933, un verdadero genocidio
  3. En 1920, las regiones cosacas del Don y de Kuban, opuestas al bolchevismo, sufrieron entre 300 y 500.000 bajas, entre asesinados y deportados
  4. En 1921 y 1922, la hambruna provocada por la colectivización forzada y las confiscaciones excesivas mató a 5 millones de personas
  5. En 1933, de nuevo la hambruna provocada por las catastróficas políticas agrarias provocó varios millones de muertes. Sin embargo, ese mismo año, el gobierno exportó 18 millones de quintales de trigo para obtener las divisas necesarias para su plan de industrialización
  6. El gulag, la red de campos de concentración, albergaba 2.750.000 presos en 1953, de los cuales una gran parte fueron asesinados, muriendo de hambre o de agotamiento.

El marxismo-leninismo infectó a China a partir de 1927. Como resultado perdieron la vida más de 60 millones de personas, esto solo hasta 1998. Desde entonces la dictadura ha seguido asesinando y encarcelando. De esta cifra podemos destacar lo siguiente:

  1. El número de ejecutados alcanza los 10 millones
  2. El gulag chino tiene en su haber otros 20 millones de muertos 
  3. El mal llamado Gran Salto Adelante de Mao provocó hasta 43 millones de muertos por hambre, es decir el mayor retroceso demográfico, social y económico que la humanidad ha conocido nunca
  4. La catastrófica gestión del maoísmo provocó el aumento de la mortalidad en las regiones más afectadas por el Gran Salto del 11% en 1957 a 29% en 1960.
  5. El maoísmo resultó devastador para la economía y como ejemplo tenemos la productividad agrícola. La productividad de 1952 no se recuperó hasta 1983. 
  6. China se anexionó el Tíbet ilegalmente y por la fuerza. El número de tibetanos asesinados por la dictadura alcanza la tremenda cifra de 173.000 personas.

Otras proezas del comunismo son los dos millones de muertos por los Jemeres Rojos del genocida Pol Pot. Por culpa de este vulgar asesino el 42% de los niños camboyanos eran huérfanos en 1979. También son notables los 17.000 asesinados por el castrismo entre 1959 y 1998, o sus 30.000 presos políticos. No es de extrañar que el 20% de los cubanos se hayan exiliado. 

Para terminar, solo mencionaré los dos millones de muertes provocadas por el comunismo en Afganistán. El 30% de los afganos viven en el exilio. Este país se modernizaba y avanzaba notablemente a mediados del siglo XX hasta que la toma del poder por los comunistas, con la ayuda de la URSS, lo destruyó hasta tal punto que aún hoy en día es un estado fallido.

A la luz de estos datos queda claro que el comunismo es la ideología más destructiva, mortífera y criminal. El uso masivo del terror, así como la total incompetencia, ha desembocado en una lista de incontables crímenes contra la humanidad. Es por esto que la resolución 1481/2006 del Consejo de Europa condenó tanto el nazismo como el comunismo por sus similitudes en la perpetración de dichos crímenes, la ideología de odio que encarnan, así como la tiranía de sus gobiernos.  

Para Lenin, las masas obreras no eran más que una fuerza de trabajo que había que explotar de forma eficaz, limitando la legislación laboral. Decenas de miles de obreros perdieron la vida por hacer huelga o rebelarse ante las terribles condiciones de vida y de trabajo. Peor les fue a los millones de campesinos asesinados, ya fuera por fusilamiento o por inanición forzada por el gobierno bolchevique. 

Lenin afirmó que “el hambre tiene consecuencias positivas, a saber, la aparición del proletariado industrial, enterrador del orden burgués. Al destruir la atrasada economía campesina, el hambre nos acerca al socialismo”. El comunista no solo asesina, tortura y expolia a sus enemigos, hace lo mismo con sus correligionarios críticos, y lo que es peor, no duda en eliminar a los campesinos y a los obreros cuando lo considera necesario. 

Es increíble como el virus letal del comunismo sigue infectando a Europa y a España. Aún hoy en día existen innumerables partidos comunistas que cosechan millones de votos. A la luz de los más de 90 millones de asesinados por el comunismo a lo largo del siglo XX, así como del fracaso económico y social que todos y cada uno de sus proyectos tiránicos han cosechado en el pasado y en el presente, optar por el comunismo en el siglo XXI me parece algo inaudito que solo puede ser el fruto del odio, de la maldad, y/o de la ignorancia más absoluta. 

Hacer memoria es bueno, pero hacerlo selectivamente y sectariamente es profundamente antidemocrático y no ayuda a sanar ni a reparar, sino todo lo contrario.