Comunica que no es poco

Estado devastado

Atentar contra uno mismo, hacerse daño a sabiendas, perjudicar tu salud con conocimiento de causa suele ir de la mano de algún tipo de dolencia mental o física. Sin duda hay que ayudar a ese paciente que demanda ayuda sin saberlo. Pues si esto lo trasladamos al plano político y más concretamente al Estado, tenemos al enfermo diagnosticado: España.

A día de hoy hay una operación sin contemplaciones, por cierto, cuyo objetivo es desgastar al Estado, su credibilidad, su eficiencia y sobre todo el amparo que nos da como ciudadanos. Reclamo desde aquí que los medios pongan pie en pared, porque solo los medios pueden frenar esta deriva. Se acuerdan aquella gran frase del canciller Bismark cuando dijo que: “Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido”. Pues eso…¿Y quién tiene la culpa? Pues creo que lo sabemos, pero: ¿Quién tiene la solución? La prensa…

Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos, titular del cargo entre 1801 y 1809, acuñó la frase: “prefiero tener Prensa sin Gobierno que Gobierno sin Prensa”. Aquel era parte del pensamiento de un político abierto a la discrepancia, a las opiniones adversas y a las críticas, pero qué lejos queda aquello..

Las voladuras planificadas y diseñadas contra la institución fiscal, con la permisividad que desde el Gobierno “comprendan” el borrado de mensajes que por supuesto impiden la acción policial. No declarar ante el juez porque no crees en ellos. Meterse en la programación dentro de la propia televisión pública, no avergonzarse poniendo a hermanos del alma pero sin cargos. Un puesto de trabajo invisible. Alegrarse de que en España cada vez haya más gente que demanden el IMV, y así un sinfín de defensas todas ellas que son ataques contra el Estado. Por cierto, lo último es llear a la sede de la soberanía nacional, les hablo del Congreso de los Diputados a un terrorista condenado para que hable mal del Estado desde dentro. La concesión de llevar a este sujeto a derramar basura contra los servicios policiales y seguridad del Estado.

Pues bien, ante esta suma de Derribos Sánchez, destrucciones de Estado en general e instituciones en particular no tiene fin, y cuando no quede nada, sólo quedará él; el elegido, el héroe.